El mundo de la música se ha encolumnado detrás de un desafío tan difícil como inusual: encontrar el primer bajo de Paul McCartney. El músico empezó en The Beatles como guitarrista, pero luego, cuando Stuart Sutcliffe dejó la formación, decidió tomar el puesto de bajista, por lo que en 1961 compró un bajo Höfner 500/1 especial para zurdos.
McCartney adquirió este instrumento en Hamburgo por 30 libras, lo utilizó hasta 1963 y con él grabó grandes éxitos de los Fab Four como “Love Me Do”, “Twist and Shout” y “She Loves You”. El músico se presentó en repetidas ocasiones en el Top Ten Club de Hamburgo con este bajo, que lo acompañó hasta sus grabaciones en el mítico estudio Abbey Road.
La última vez que se supo algo del instrumento fue cuando la banda terminó de filmar Let It Be en 1969. Desde ese momento no se ha sabido más nada del bajo, que hoy podría estar valuado en 12 millones de dólares.
Con el objetivo de dar con el paradero del primer bajo del británico, desde la empresa de instrumentos se inició la campaña “The Lost Bass Project”. Esta búsqueda está encabezada por Nick Wass -quien trabajó muchos años para Höfner- y que recientemente recibió la inquietud de parte de McCartney, quien le preguntó qué fue de aquel bajo.
“Aunque nadie sabe realmente qué pasó con el bajo, es muy probable que haya sido robado. Hasta el día de hoy sigue siendo un misterio”, expresaron desde la campaña que, por el momento, no ha encontrado novedades en torno a esta búsqueda. Desde la página oficial de la campaña invitan al público en general a registrarse para ayudar en esta búsqueda y “resolver uno de los grandes misterios del rock and roll”.