Michael Angelakos, el vocalista de Passion Pit, es uno de los tantos (y cada vez más) músicos que no tienen ningún temor de hablar sobre sus enfermedades psicológicas.
Diagnosticado de trastorno bipolar a los 18, el nacido en New Brunswick, Nueva Jersey, ya ha tenido que posponer compromisos debido a su salud: en 2012 el cantante tuvo que dejar de lado la promoción del disco Gossamer para enfocarse en sus problemas psicológicos, convirtiéndose esa en la primera vez en la que realmente habló sobre lo que había estado tratando durante años: la realidad de ser hospitalizado, sus múltiples intentos de suicidio y el trastorno de estrés postraumático que enfrentó desde la infancia. Debido a esto, el joven buscó usar su plataforma no sólo para la música, sino para hacer de la industria discográfica un lugar mejor y más saludable para los artistas.
En 2015, Passion Pit lanzó su tercer álbum de estudio, Kindred, y Angelakos se declaró bisexual y anunció su separación de su esposa, Kristy Mucci.
Tiempo después, el cantante se unió a Bianca Campuued y a los neurocientíficos Michael Wells y David Haggerty para fundar The Wishart Group, una organización parte con fines de lucro y parte sin fines de lucro a través de la cual se busca hacer cambios en la industria de la música cuando se trata de la salud mental brindando programas, servicios y soluciones claras.
A mitad del 2017 pasado el artista de 30 años también anunció que se tomaría un tiempo para descansar de la música con el objetivo de resolver cuestiones afines a su mente, pero este parate terminó hace unos días cuando Angelakos decidió que era hora de volver a salir de gira para promocionar el disco Tremendous Sea of Love, pero más importante, para trabajar en la creación de un sistema para tours que ayude a proteger al artista, algo que él recopilará a través de datos.
Con motivo de su nueva gira, Angelakos se sentó a hablar con Ilana Kaplan del medio The Independent y reconoció el importantísimo papel que sus relaciones personales jugaron en su salud mental a través del tiempo:
“Después de Kindred, la industria no parecía ser necesariamente el lugar más seguro para mí. Pero tengo grandes amigos y Kristy atravesó todo eso conmigo durante mis veinte años”.
Por otro lado, el artista de ascendencia griega también se encargó de dar a conocer los motivos por los cuales decidió volver a los escenarios:
“He decidido hacer esta gira porque es una oportunidad de reunirme con algunas de mis personas favoritas con las que alguna vez hice música, seguramente. Pero, sobre todo, decidí hacerlo porque necesito dinero para poder pagar mis tratamientos, para poder pagar los innumerables costos de vivir con mi trastorno que casi me ha arruinado. Eso no hace que la gira sea menos agradable, pero no voy a mentir y decir que la gira es necesariamente donde alguien como yo pertenece justo después de una hospitalización. No lo fue en 2012 y no lo es ahora. Pero después de años de hacerlo, pensé que si iba a hacer esta gira, sacaría el mayor provecho de ella, ya que la usaría como una forma de impulsar algunas de los proyectos piloto de Wishart”.
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