Una de las cualidades más maravillosas e intrigantes que puede tener una canción es la de volverse tan pegadiza que sea imposible sacarla de la cabeza. Sin embargo, existe una delgada línea que divide los temas que utilizan la repetición para enaltecer la composición, o forzar un estribillo, de las que se vuelven un dolor de cabeza por su insistencia. Al parecer, hay una explicación científica que revela cómo funciona esto.
En un estudio realizado en la Universidad de Harvard titulado “Why that song is stuck in your head” (¿Por qué esa canción se queda pegada en tu cabeza?) el especialista Colleen Walsh observó los entramados de una canción pegadiza y explicó: “Hay ciertas características musicales que hacen que las canciones sean más propensas a convertirse en ‘gusanos auditivos’, como si la pieza es repetitiva, si hay una duración más larga de ciertas notas, o si los intervalos entre las notas son más pequeños“.
De qué depende que una canción se vuelva pegadiza
Sin embargo, Walsh agrega que el hecho de que una canción se quede en la cabeza de alguien no solamente depende de cómo suena o los recursos que utiliza, sino también de la conexión emocional que una persona puede generar con alguna de ellas. Por ejemplo, recuerdos particulares de la infancia o momentos significativos en la vida de alguien.
Finalmente, el teórico concluye que, si bien la repetición en bucle puede considerarse molesta en una canción, esta también puede ser beneficiosa para la memoria, diciendo: “Se ha implicado el bucle fonológico, el proceso de mantener algo en tu mente, como un bloc de notas mental, durante un cierto número de segundos. Entonces, hay redes en el cerebro que apoyan estas funciones de la música, la memoria, la atención, el mantener algo en tu cabeza y la memoria de trabajo“.
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