Miles de artistas luchan alrededor del mundo por recuperar las formas tradicionales de realizar eventos y, así, reactivar la economía del mundo del espectáculo y ofrecer al público los momentos que tanto se extrañan desde hace más de un año. Así es que en algunas partes del mundo se han estado llevando a cabo algunos eventos como forma de testear las nuevas maneras de reunir multitudes sin atentar contra la salud de los asistentes. Uno de estos experimentos tuvo lugar en Barcelona, en Palau Sant Jordi, donde la banda Love of Lesbian dio un show para 5.000 personas.
Luego de algunas semanas de realizado el concierto, los datos han sido revelados y, afortunadamente, el evento ha resultado más que seguro para quienes asistieron. “No hay ninguna señal que sugiera que se produjo una transmisión dentro del evento”, anunció Josep Maria Llibre, médico de un hospital catalán. De las 5.000 personas que asistieron solo seis se contagiaron de coronavirus en los días subsiguientes, pero todo indica que no se habría dado en el concierto.
Lo cierto es que los asistentes usaron máscaras todo el tiempo pero no respetaron el distanciamiento social, sino que pudieron bailar y saltar como se hacía comúnmente en los recitales. Antes del evento, los espectadores se sometieron a un test de antígenos y tuvieron la orden de utilizar mascarillas FFP2. “Con ventilación optimizada, cribado de antígenos y uso de mascarilla se puede garantizar un espacio seguro”, agregó el mencionado profesional.
Por su parte, la banda también sumó sus comentarios positivos frente a este experimento del cual fueron la cara visible y por el que recibieron múltiples críticas antes de llevarlo a cabo. Sobre lo exitoso de esta prueba expresaron desde su cuenta de Twitter: “Creemos de todo corazón que aquel día se estableció un libro de estilo acerca de cómo organizar eventos en estos tiempos. Tal fue la sensación de que estábamos en buenas manos que nuestra banda decidió formar parte de este ensayo clínico”.
También agregaron en su mensaje a la comunidad, una reflexión sobre la urgencia de volver a las prácticas habituales para las bandas y artistas en general, poniendo a esta experiencia como una prueba de la seguridad: “Por enésima vez se ha demostrado que la cultura es segura. Obremos, pues, con prudencia, pero también en consecuencia. Se puede ser valiente cuando hay garantías, porque esto es lo que diferencia la valentía de la inconsciencia. Los datos han dado la razón”.