Desde el trágico e inesperado fallecimiento de Taylor Hawkins en el mes de marzo, fueron pocas las veces que Dave Grohl se mostró en público, algo comprensible dado que su compañero y baterista en Foo Fighters era su mejor amigo. La última aparición del ex Nirvana fue anoche cuando entró en escena de forma sorpresiva en el Largo Theater de la ciudad de Los Ángeles.
El motivo por el que Dave se subió al escenario del recinto fue nada más y nada menos que para interpretar los coros del clásico de Seals & Crofts “Summer Breeze” junto a Beck, Jack Black y Kyle Gass (de Tenacious D), John C. Reilly y el productor Greg Kurstin. Esta actuación formó parte de una serie de espectáculos benéficos organizados por Judd Apatow.
Este recital en particular fue en ayuda y beneficio del movimiento “Victims First”, una campaña de recaudación de fondos para las familias afectadas por los accidentes masivos. Beck fue el único artista de este grupo improvisado que fue anunciado previamente, mientras que el resto fueron sumándose con el pasar del show.
Alrededor de un minuto después de empezar la canción, el público recibió la entrada aparentemente improvisada de Grohl, que se paseó por el escenario para tararear el icónico riff de la canción de rock en el primer estribillo. Luego, se fue del escenario hasta el siguiente estribillo, en el que se volvió a desempeñar como corista.
La primera aparición de Grohl desde la muerte de Hawkins fue durante el show de Paul McCartney en Glastonbury el pasado mes de junio. Cabe destacar que los Foo Fighters llevarán a cabo un par de conciertos en homenaje a su fallecido baterista en el mes de septiembre. Además, Dave volverá a subirse a un escenario en noviembre para la edición 2022 del festival benéfico VetsAid.