Los Talking Heads volverán a reunirse el mes que viene en el marco del reestreno de su película-concierto, Stop Making Sense, donde responderán preguntas sobre el proyecto. Ahora, el mismo David Byrne reflexionó sobre la ruptura del grupo y confesó sentirse arrepentido por cómo terminaron las cosas.
La fuerte autocrítica de Byrne
“Cuando era más joven, no era tan agradable estar cerca de mí. Mientras trabajaba en algunos shows de Talking Heads, era más bien un pequeño tirano“, dijo Byrne en una reciente entrevista con la revista People, y agregó: “Luego aprendí a relajarme y que, al colaborar con la gente, ambas partes obtienen más si hay una buena relación en lugar de que yo les diga a todos qué hacer. Creo que el final no se manejó bien. Fue un poco feo”.
En la conversación con el mencionado medio, Byrne dejó en claro su “arrepentimiento” por cómo manejó su partida de la banda, pero también creía que era “inevitable”. Ahora, el paso del tiempo parece haber mermado el resentimiento y las heridas. “Tenemos una relación cordial. Estamos en contacto, pero no pasamos tiempo juntos”, dijo sobre sus excompañeros de banda.
Desde su fundación en la efervescente escena neoyorkina en 1975, los Talking Heads se configuraron como una de las bandas más influyentes dentro del new wave. Compuesto por Byrne, Chris Frantz, Tina Weymouth y Jerry Harrison, el grupo fue reconocido por su estilo musical innovador y ecléctico, que fusionaba elementos del rock, punk, funk, world music y pop.
Durante su carrera, Talking Heads lanzó varios álbumes aclamados por la crítica y se ganó un lugar destacado gracias a su originalidad y su sonido experimental en esa época. Algunos de sus discos más famosos son Fear of Music (1979), Remain in Light (1980) y Speaking in Tongues (1983).