Ted Bundy es uno de los asesinos en serie más recordados de la historia de Estados Unidos. Entre 1974 y 1978, el criminal cometió treinta homicidios en siete estados del país, hechos que lo llevaron a la muerte mediante la silla eléctrica en 1989.
El 8 de noviembre de aquel año, el periódico Tampa Bay Times publicó una nota en la que contaba la relación entre Bundy y Debbie Harry, la líder de Blondie, quien aseguró que estuvo a punto de convertirse en una de sus víctimas.
“El modo en que Deborah Harry cuenta la historia es absolutamente aterrador”, se pudo leer ese día en el diario de la Florida (vía GQ). “La cantante de rock, más conocida por su banda de post-disco y new wave, Blondie, sólo intentaba llamar a un taxi. Por poco acaba en desastre”.
“Un pequeño coche blanco se para y el tipo se ofrece a llevarme”, recordó la legendaria rubia. “Así que yo seguí intentando ver si paraba algún taxi, pero él era muy persistente. Me preguntó hacia dónde iba. Era sólo un par de manzanas más allá, así que me dijo: ‘Bueno, te llevo’. Me subí al coche y, aunque era verano, las ventanillas estaban casi hasta arriba. Así que ahí me encontraba yo sentada, pero él no se dirigía a mí. Intenté bajar mi ventanilla de forma automática, y entonces fue cuando me di cuenta de que no había mango de la puerta, ni manivela, ni nada. Por dentro, el coche estaba completamente desmontado”.
“En cuando me vio, intentó girar una esquina a toda velocidad, así que yo salí disparada del coche y caí en mitad de la calle”, continuó la artista, revelando así que no se convirtió en otra víctima de Bundy de milagro.
“Leí sobre él justo después de la ejecución”, confesó al Tampa Bay Times la oriunda de Miami.
“Llevaba años sin pensar en eso. La descripción sobre su manera de operar, cómo era físicamente, el tipo de coche que conducía y el periodo de tiempo en el que se encontraba en aquella área del país encajan perfectamente. Me dije: ‘Dios mío, fue él'”.
Aunque muchas son las voces que han puesto en tela de juicio la historia de Harry, la música sostiene a muerte su versión de los hechos y con respeto a aquellos que dudan de ella, manifestó: “No me importa un carajo lo que piensen. Yo sé lo que ocurrió”.