Varios momentos en la carrera de The Beatles generan distintas respuestas tanto del público como de los artistas. Uno de los más contenciosos fue la ruptura silenciosa de la banda, en la que poco a poco empezaron a desplazarse y salir de sus propias burbujas. Fue en ese entonces cuando Paul McCartney anunció de manera pública la disolución del grupo legendario.
Durante los primeros años, comenzando la década de los 70, cada miembro fue por su propio lado. John Lennon dio sus confesiones desgarradoras con la Plastic Ono Band y George Harrison sacó de su bóveda todos los temas que no le había ofrecido al conjunto con All Things Must Pass.
El disco que “no tenía una melodía”
Paul fue el que más sufrió con su segundo disco solista, Ram, lanzado en 1971 y grabado con su esposa Linda. Según recuenta Far Out Magazine, la recepción de los críticos y fanáticos no fue agradable en su momento. Sin ir más lejos, Ringo Starr le dijo a Melody Maker: “Me siento mal por los discos de Paul. No creo que haya una melodía en su último álbum, Ram. Sólo siento que desperdició su tiempo. Parece estar yéndose a lo extraño”.
El disco fue grabado luego de sus problemas legales con sus viejos compañeros y, de forma similar a John y George, tenía cosas que sacar de encima. La primera canción del disco, “Too Many People”, fue interpretada como un ataque a John y su activismo, con letras como “Demasiada gente predicando prácticas, no dejes que te digan qué quieres ser”. Pero lo principal que marca al disco es su ambiente lúdico y tranquilo, interesado en divertirse y encontrar melodías y sonidos rústicos, sin la pretensión de capturar algo más profundo.
Luego de poder avanzar sonoramente con Ram, ese mismo año armó la banda Wings junto con su esposa Linda y el músico Denny Laine, y volvió a encontrar el éxito comercial que había vivido con The Beatles. Décadas después, la crítica llegó a apreciar a Ram como un disco clave para el desarrollo de la música indie.