Durante su carrera David Byrne vio el ascenso y la caída de cientos de estrellas del cuarto arte, entre ellas Björk, colega a la que describió como “alucinante”. En una entrevista con Pitchfork nombró algunos de los discos que forman la banda sonora de su vida e incluyó a Post, el segundo álbum de la islandesa editado en 1995.
“Debut y Post de Björk eran discos que te volaban la cabeza en ese momento”, afirmó Byrne. “Alguien podía usar ritmos electrónicos y después hacer cosas súper innovadoras con ellos. Luego continuó haciendo cosas que exploraban muchas otras áreas diferentes, con el Coro de Groenlandia y con sonidos hechos con la boca”.
De igual manera, el cantante, actor, escritor y cineasta también expresó su admiración por el compromiso de Björk con su arte e imagen. “De vez en cuando ves a esta increíble artista total. Donde vas, esta persona piensa en el escenario, los espectáculos, el vestuario, las portadas de los discos y la música, y todo es parte de una cosa total”, comentó.