Cuando Appetite for Destruction salió a la luz, todo cambió para Guns N’ Roses. El álbum debut de la icónica banda de rock marcó un precedente en la escena californiana de finales de los 80 y es, hasta el día de hoy, uno de los discos más valorados de esa época a nivel mundial. “Sweet Child O’ Mine“ fue parte fundamental de su éxito y, según recuerda la banda, rechazaron una gran suma de dinero por sus derechos.
En una entrevista para el podcast Broken Record, el bajista Duff McKagan habló sobre la propuesta que le hicieron a la banda para que vendiera los derechos de publicación de “Sweet Child O’ Mine”. Obviamente, la terminaron rechazando porque sabían que se convertiría en algo realmente grande:
“Nos ofrecieron 10.000 dólares por los derechos de ‘Sweet Child O’ Mine’. Literalmente trabajábamos vendiendo teléfonos y pagábamos un local de ensayo; había días en los que ni siquiera podíamos permitirnos comer ramen, 10.000 dólares nos parecía como si fuéramos ricos. El tipo era listo, sabía del potencial de la banda. Nos vio tocar en los clubes. No sabíamos lo que significaba publicar, pero si para él valía 10.000 dólares, para nosotros tenía que valer eso”.
McKagan mencionó que el vocalista y guitarrista de Kiss, Paul Stanley, también estaba interesado en producirles pero decidieron seguir su propio camino. “Nos sentamos a charlar con Paul solamente porque lo admirábamos. Vino al club de rock Raji’s, se sentó y nos vio. Y eso que era un espectáculo sucio. Luego se reunió con nosotros para producir el disco. No encajaba. Nos dimos cuenta. Hablábamos de música y su idea y la nuestra eran diferentes”.
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