El nombre de Eddie Vedder es fácilmente asociable con Seattle debido a que fue allí donde se formó Pearl Jam, pero lo cierto es que la leyenda del grunge nació en Evanston, una ciudad ubicada a unos 19 kilómetros al norte de Chicago.
Como casi todo oriundo de la Ciudad de los Vientos, Vedder es un gran fanático del deporte y apoya a los equipos de su comunidad como los Bulls de la NBA, los Bears de la NFL y los Cubs de las Grandes Ligas de baseball.
La popularidad que ganó el músico en la década de los 90 con el éxito de Temple of the Dog y PJ le dio acceso a conocer a algunos de los deportistas más destacados de su ciudad, entre ellos el gran Dennis Rodman, el ala pivot que fue parte de los Bulls entre 1995 y 1998, y ayudó a Michael Jordan a ganar su segundo tricampeonato en años consecutivos.
Recientemente, en una entrevista con The Bill Simmons Podcast, Eddie recordó su amistad y una gran anécdota junto al basquetbolista con quien se lo ha visto compartiendo partidos de los Cubs y que en un show de 2016 lo alzó en sus brazos en medio del tema “Black, Red, Yellow”.
Vedder reconoció que tanto a él como a Rodman les apasiona la lectura por las noches y que a veces se juntaban a disfrutar de un buen libro, pero también contó que en una oportunidad se encontraron tras una práctica de los Bulls en Seattle, previa a su partido del día siguiente contra los ya inexistentes Seattle SuperSonics, y el guardia de seguridad del deportista, George, le entregó tres boletos de avión a Las Vegas.
“Pregunté: ‘¿Qué mierda es eso?’. Le dije: ‘Pensé que íbamos a subir [a tu cuarto de hotel], traje un libro'”, recordó Eddie mientras se reía entre dientes antes de agregar:
“Y él dijo: ‘Jane’s Addiction toca hoy en Las Vegas’. Yo estaba como diciendo, ‘Jesucristo, son como las 6 en punto’, pero él estaba en plan de: ‘Llegaremos a las 9:00, ellos no van a salir a escena hasta las 9:30′”.
La velada terminó con la dupla disfrutando del show de Perry Farrell y compañía desde el costado del escenario con una cerveza en sus manos.
“Dennis me mira y dice: ‘Es relajante, ¿verdad?'”, rememoró Vedder entre risas.