Uno de los sueños más grandes que uno puede tener como artista es colaborar con alguno de los ídolos de toda la vida. No todos tienen esa suerte, ya que a veces por las agitadas agendas que pueden tener los músicos se vuelve casi imposible poder coordinar un encuentro. Otras veces, simplemente no se dan por desinterés. Aún así, uno de los que pudo cumplir su deseo fue Gene Simmons de Kiss.
El bajista del icónico grupo de hard rock quiso trabajar nada más y nada menos que con Bob Dylan. La realidad es que él no creía que sus posibilidades de obtener una respuesta por parte del músico fueran grandes, pero eso no le impidió arriesgarse. Para su sorpresa, Dylan estaba más que dispuesto a colaborar con él.
En una entrevista con el programa The Pulse of the Radio Simmons relató cómo se puso en contacto con Dylan y contó cómo fue trabajar con el legendario músico folk: “Todo el mundo compra billetes de lotería, ¿Qué posibilidades tienen de ganar? No muchas. ¿Y qué? Hay una posibilidad de ganar, y yo soy así. Así que llamé a su representante: ‘¿Puedo hablar con Bob?’, le dije”, recordó Gene.
“Quiero escribir una canción con Bob”, dijo luego, algo temeroso esperando una respuesta negativa. Para su desconcierto, en menos de dos días, una camioneta sin marcas apareció en su casa: era Dylan. “Bob se bajó con una guitarra acústica en la mano y le dijo a su chofer: ‘Te veo al final del día’. Nos juntamos y empezamos a improvisar“, continuó con la anécdota Simmons.
En gran medida la conjunción de ambos artistas pudo darse ya que en 1991 Dylan estaba con tiempo libre y podía considerar incorporarse a otros proyectos, lo que le vino más que bien al cantante de Kiss. En 2004, la canción que ambos compusieron “Waiting For The Morning Light” finalmente vio la luz y apareció en el segundo álbum de Simmons como solista, Asshole.
Para finalizar la historia, el bajista relató cómo fue el proceso de composición: “A Bob se le ocurrieron los acordes, la mayoría de ellos, y luego yo los tomé y escribí la letra, la melodía, el resto… Nos entendimos enseguida. Él agarró una guitarra acústica y nos pusimos a tocar uno frente al otro”.