Paul McCartney es reconocido por ser uno de los más grandes compositores de la música popular. Junto a The Beatles, Wings y como solista creó algunas de las melodías y letras más famosas y adoradas por diversas generaciones. Además, el cantante es multiinstrumentista, pues toca el bajo, el piano, la guitarra, el ukelele y la batería.
En The Beatles fue identificado principalmente con el bajo, aunque con el correr de los años el piano se volvió un instrumento fundamental para él en canciones como “Let It Be”, “Lady Madonna”, “Hey Jude” y tantas más. Sin embargo, el nacido en Liverpool no comenzó su vida musical como bajista, sino como guitarrista.
Tal como comentó en el podcast McCartney: A Life in Lyrics, el fracaso como guitarrista lo llevó a estar al borde de dejar la música. La historia se remonta al primer show que dio con John Lennon, aunque todavía no los acompañaban ni Ringo Starr ni George Harrison. “Teníamos este concierto que era el primero en el que yo iba a tocar, y tenía que tocar la primera guitarra. John era la rítmica. Yo tenía un solo y me paralicé completamente. No podía mover mis dedos”, comenzó.
McCartney experimentó el famoso “pánico escénico” y esto podría haber cambiado la historia de la música para siempre: “Fue tan vergonzoso. Mi carrera como guitarrista principal se derritió en ese momento y yo pensé, ‘bueno, no voy a volver a hacer esto. No soy para esto, no soy bueno”. Más adelante, el compositor de “Yesterday” se encontró como bajista de la banda y Harrison fue el guitarrista líder, mientras que Lennon siguió con la guitarra rítmica.