En octubre de 1969 la revista Rolling Stone realizó una broma que tuvo más repercusión de la que en su momento hubieran pensado.
Como bien relata el sitio Far Out Magazine, la revista publicó una crítica de un disco que supuestamente pertenecía a una colaboración entre Bob Dylan, Mick Jagger, John Lennon, George Harrison y Paul McCartney. Y la gente lo creyó.
El falso disco se llamaba The Masked Marauders y los autores detrás del artículo lograron que muchas personas creyeran que efectivamente era producto de una sesión de los mencionados artistas.
La crítica incluía frases como “El disco abre con una versión de 18 minutos de ‘Season of the Witch’ (liderada vocalmente por Dylan quien hace una gran imitación de Donovan). El corte se destaca por una sesión increíble entre piano y bajo, ambos tocados por Paul McCartney” y “realmente puede decirse que este disco es más que una forma de vida: es la vida”.
La repercusión de la crítica fue tal que mucha gente se interesó por el álbum y buscaba la manera de conseguirlo. Por eso, Rolling Stone decidió ir aún más lejos.
Los editores detrás de la broma contrataron a una banda real oriunda de California llamada Cleanliness and Godliness Skiffle Band para grabar tres canciones que luego se convertirían en un álbum de estudio que acabaría ubicado en el puesto 114 de los charts.
Las canciones grabadas por la banda californiana tuvieron tanto impacto que se escucharon en algunas radios. Eso llevó a que muchos sellos merodearan alrededor de ese falso disco, con Warner ganando los derechos y ofreciendo cerca de $15.000 dólares por anticipado.
En noviembre de 1969, Warner efectivamente lanzó The Masked Marauders y vendió casi 100.000 copias. De hecho, el single “Cow Pie” se mantuvo una semana en el Bubbling Under the Hot 100 chart en el puesto 123.
Sin dudas, lo que comenzó como un simple chiste terminó convirtiéndose en una de las bromas más icónicas que se recuerden.