David Bowie era un verdadero melómano que, lejos de limitarse a un estilo, escuchaba todo tipo de música. Eso mismo quedó demostrado en el 2003, cuando el Duque Blanco fue invitado por Vanity Fair a un artículo en el que nombraba, sin ningún orden en particular, sus álbumes favoritos de todos los tiempos, pero dejando afuera las elecciones más “obvias” como Sgt. Pepper’s de los Beatles, o Nevermind de Nirvana.
“Si puedes tener en tus manos alguno de estos álbumes, te garantizo noches de placer auditivo y alentará a un nuevo círculo de amigos magnánimos, aunque una o dos opciones harán que algunos de tus viejos amigos piensen que estás completamente loco. Así que, sin cronología, género o motivo, aquí, sin ningún orden en particular, 25 álbumes que podrían cambiar tu reputación”, escribió.
Según recuerda Far Out Magazine, en dicho listado Bowie incluyó el álbum homónimo de 1966 de The Fugs. Sobre el trabajo de sus colegas del Lower East Side de New York City, dijo: “Las notas de portada fueron escritas por Allen Ginsberg y contienen estas líneas perennes pero proféticas: ‘¿Quién está del otro lado? Gente que piensa que somos malos. ¿Otro lado? No, no hagamos de esto una guerra, todos seremos destruidos, seguiremos sufriendo hasta morir si tomamos la Puerta de Guerra’”.
Además, el legendario cantante camaleónico señaló que “encontré en Internet el texto de un anuncio de periódico para los Fugs, quienes, junto con Velvet Underground, tocaron el April Fools Dance and Models Ball en Village Gate en 1966. El F.B.I. los tenían en sus libros como ‘los maricas'”. Sin titubear, Bowie afirmó que The Fugs “fue seguramente uno de los conjuntos underground más líricamente explosivos de la historia”.