El 4 de diciembre de 1971 Frank Zappa dio un show en el Casino de Montreux (Suiza) que podría haber terminado en tragedia. Y si bien lo sucedido aquel día quedó inmortalizado para siempre en la letra de una famosa canción de Deep Purple, dicho concierto será recordado por siempre y no por las razones correctas.
El exlíder de The Mothers of Invention era extravagante y sus recitales nunca pasaban desapercibidos. Salvajes y maravillosos, sus shows eran explosivos. Sin embargo, aquel 4 de diciembre ese término –”explosivo”- se volvió una realidad.
Como bien rememora el sitio Far Out Magazine, Zappa y su banda subieron al escenario en Montreux y comenzaron a interpretar su música intensa, irreverente e intelectual. Todo marchaba bien hasta el momento en que un fan, aparentemente sin razón, disparó una pistola de bengala contra la banda.
Esa fue la chispa que comenzaría con el caos en el edificio. El disparo dio comienzo a un fuego abrasador que, lamentablemente, dejó a varios fanáticos heridos mientras intentaban escapar de las llamas. A su vez, el equipo de la banda quedó destruido, lo que hizo que la continuación del tour fuera imposible, y el edificio quedó en ruinas.
Si bien en un inicio el grupo subestimó la situación, rápidamente las cosas se volvieron peligrosas. “Estaban muy organizados”, dijo Zappa en una entrevista tiempo después del incendio. “Tuve la suerte de que muchos [fans] pudieran hablar inglés, porque no sabía qué decirles en francés”.
“El fuego se propagó tan rápido que todas las personas de adelante quedaron atrapadas”, relató Peter Schneider en el 2009. “Había una puerta grande en el lado derecho del escenario, pero no sé si estaba abierta o cerrada. Me paré detrás de la multitud que estaba tratando de salir a través de las grandes ventanas que cubrían el frente del edificio. Le debo mi vida a un bombero suizo que entró con un hacha enorme y comenzó a romper las ventanas una por una, empezando por la izquierda hacia el escenario”, continuó Schneider.
Poco después de que el público pudiera salir a salvo, el sistema de calefacción del lugar explotó destrozando por completo el edificio. Aunque las lesiones sufridas por los fans fueron graves, podría haber sido mucho peor. Hubo varias razones por las que el fuego no mató a nadie: el espectáculo comenzó por la tarde, por lo que estaban todos sobrios para tomar las decisiones correctas. Además, no había sillas en el auditorio, por lo que el público pudo salir con facilidad, y la batería de Aynsley Dunbar comenzó a funcionar mal, por lo que muchos fans ya habían abandonado el lugar mucho antes insatisfechos con el recital.
Este terrible episodio también será recordado como aquel que inspiró una de las canciones más famosas de la historia: “Smoke on the Water” de Deep Purple. La letra es bastante clara: “We all came out to Montreux on the Lake Geneva shoreline / To make records with a mobile – We didn’t have much time / Frank Zappa & the Mothers were at the best place around / But some stupid with a flare gun burned the place to the ground / Smoke on the water, a fire in the sky.”
Es una de las historias más alocadas del rock n’ roll que quedó inmortalizada en la popular canción de Deep Purple y, además, coincidió con la muerte de Zappa 22 años después.