El Mató a un Policía Motorizado, uno de los más destacados de la escena indie argentina, acaba de editar su nuevo ep “Día de los muertos”, que vuelve a colocar a su propuesta entre las más originales.
Desde su aparición, El Mató… cosechó buenas críticas con su sonido que mezcla Velvet Undergound, Spacemen 3, Pixies, Yo La Tengo, Weezer y Sonic Youth, entre otras.
Desde el 2005, fueron mencionados por críticos y colegas, y sobre ellos se colocó la lupa para saber si eran o no la banda nueva, la nueva cosa maravillosa.
La banda tuvo a su cargo el cierre del festival Ciudad Emergente que los nucleó junto a contemporáneos como los Alamos, Mostruo y Bicicletas, y más tarde se lució en la programación del Pepsi Music, dando un paso importante en la escena local.
Este ep de siete canciones viene a cerrar la trilogía iniciada en el 2005 con “Navidad en reserva”, aquel de tapa roja y “Un millón de euros” (2006), de color verde.
“Día de los muertos” tiene una tapa azul y blanca y está referido al fin del mundo, ya que “Navidad en reserva” era el primer disco navideño del rock argentino y “Un millón de Euros” narraba historias de amistad incondicional.
“Día de los muertos” es un disco sobre el Apocalipsis, el Armagedón, el fin del mundo y los zombies apoderándose del mundo como si fuera una película de George A. Romero.
A lo largo de estos años, la banda eligió el camino del indie, editando por el sello platense Laptra, sin marearse, ni dejarse llevar por las mieles de la crítica.
Inclusive, si se observan sus fotos, ni siquiera adoptan un look rockero, más bien parecen estudiantes de medicina o Ciencias Exactas de una ciudad universitaria como La Plata.
El grupo nacido en la ciudad de las diagonales que ofrece los platillos más deliciosos y extravagantes del rock local, está formado por Santiago Barrionuevo o Motorizado, en bajo y voz; Willy (alias Doctora Muerte) en batería; Manuel (alias Pantro Puto), en guitarra; y Gustavo (alias Niño Elefante) en guitarra.
Producido por Shaman Herrera y El mató, el disco arranca con los ocho minutos y medio de “La noche de los muertos”, que es un lento penar en el que las guitarras se meten en una tormenta sónica al estilo Pixies.
Sin dudar, los espíritus de Frank Black y Joey Santiago se metieron en los cuerpos de Pantro Puto y el Niño Elefante, según lo que puede escucharse a lo largo del disco.
En “El día del Huracán”, El mató… armó una melodía alegre para contar el Armagedón y la corona con la frase de humor negro “contando a los que morirán que conocemos”.
El disco cuenta, también, con el color que aporta el teclado Farfisa que toca Niño Elefante, y que hace que suenen como la música de una calesita siniestra, manejada por un payaso asesino y surgida de la imaginación de Stephen King.
En ese camino está “Mi próximo movimiento”, una delirante melodía beat en la que Santiago canta “voy a subir al techo a ver, admiraré el desastre bajo la luz de la luna gigante”.
La última etapa del disco reúne a “Día de los muertos”, “Rey del Terror”, “El último Sereno” y “La celebración del fuego”, para desatar el Apocalipsis.
En ella, una pareja de adolescentes afiebrados se pierde en un parque de diversiones diabólico, mientras los zombies van apoderándose del mundo.
“Quiero caminar atrás del rincón oscuro y quiero sentir temor/ quiero caminar más allá del hoyo oscuro y quiero sentir temor”, canta el vocalista en “El último sereno”.
Luego de mencionar de cierta forma a Jesús y a un Salvador, pero jamás desde un punto de vista religioso, como si se tratara de una banda de rock cristiano, El mató… le desea a todos “un nuevo amanecer para la galaxia”.