El poeta español Antonio Machado falleció en Collioure, Francia en febrero de 1939. Pocos días antes de su muerte (menos de un mes), viviendo en el exilio y con la salud deteriorada, el poeta escribió una carta a su amigo Luis Álvarez Santullano que hasta ahora permanecía inédita.
Este borrador, fechado en febrero de 1939 y reportado por ABC, es la contestación demorada a otra misiva de su amigo y allí da cuenta de su frágil estado de salud: “Querido Santullano: No he podido contestar antes a su interesante carta del 15 porque a mis ya viejos achaques ha venido a sumarse un funesto catarro bronquial, que –aunque mejorado– me tiene bastante fastidiado.”
Y continúa respondiendo a apreciaciones de Santullano: “De acuerdo con sus atinadísimas observaciones. En efecto, creo como usted que el asunto de la URSS de momento quizás debe ser aplazado y, sobre todo, si se puede resistir aquí el tiempo que tarde en vislumbrarse un porvenir.”
A pesar de su inminente muerte, las palabras de Machado están cargadas de futuro y planes:
“Lo que hay que hacer es esperar aquí a tener noticias de ese generoso Mecenas. A ello me ayudará el que tampoco podría moverme de aquí en estos días que me dure el catarro.”
Finalmente, Machado se despide así: “Sus cartas levantan mi espíritu y me hacen mucho bien. Gracias.”
Este documento se revela de gran importancia histórica y literaria, esclareciendo las ideas de uno de los poetas más importantes de la literatura española, justo antes de su muerte. Esta carta, lo último que se conoce escrito por Machado se encuentra exhibida como parte de la muestra “Los Machado” que tiene lugar actualmente en Instituto Cervantes en Madrid, luego de haber sido inaugurada de Sevilla. Esta muestra comprende cerca de 150 piezas de los hermanos Machado, que incluye manuscritos, fotografías, documentos originales, etc. La muestra estará vigente hasta el 9 de febrero de 2020.