Este miércoles, Enrique Bunbury interrumpió su presentación en Quito para criticar el uso de celulares durante sus shows. El episodio ocurrió en medio de su gira "Huracán Ambulante", a la que regresó después de superar problemas vocales que lo habían llevado a anunciar su retiro en 2022. Sin embargo, en su más reciente presentación, el artista perdió la paciencia frente a una persona del público que lo grababa desde la primera fila.
"Todo el maldito concierto con la maldita cámara grabando el maldito concierto”, expresó el músico español, visiblemente molesto. "Seguro que hay mucha gente a la que le gustaría estar ahí, disfrutando, conectando, participando del concierto; cantando las canciones, utilizando las manos para algo más que tener un maldito apéndice tecnológico”, continuó, dirigiéndose ya no solo al fanático en cuestión sino al resto del público.
La banda se detuvo y la tensión creció. Aunque Bunbury intentó controlar el tono, fue contundente: "Ustedes dejan de participar por el hecho de tener un teléfono y ustedes incomodan y hacen que el concierto sea peor”. Tras unos segundos de silencio, reconoció que el momento lo había sacado completamente de eje: "Siento que hayamos tenido que parar la canción, pero es una canción en la que tenemos que estar concentrados y tenemos que estar metidos, y a mí me ha quitado completamente la concentración”.
El cantante, quien se declaró un escéptico con la tecnología y mantiene su vida personal alejada de las redes sociales, ya había hecho un pedido explícito antes de empezar con esta gira: "Van a ser solo 15 conciertos, pero los vamos a vivir como la gran ceremonia que la música en vivo debe ser. Una petición, si hace falta de rodillas: limiten el uso de los celulares y vivan la experiencia, no se arrepentirán”.
Aun así, el episodio de Quito no fue el primero. En una presentación reciente en México, Bunbury llegó incluso a quitarle el celular de las manos a un espectador. Pero esta vez, el hecho quedó registrado -paradójicamente- en video y se viralizó rápidamente en redes sociales, generando opiniones divididas: desde quienes apoyan el pedido de mayor conexión real con el espectáculo, hasta quienes cuestionan la reacción del artista.