Si bien ya todos sabemos del mito del Club de los 27, ahora parece que aunque los músicos pasen esa edad, tampoco les queda mucho más por vivir. Eso demuestra un reciente estudio de la Universidad de Sydney: en promedio, un músico muere 25 años más joven que los que no son músicos.
El estudio tuvo en cuenta a 12.655 músicos que murieron entre 1950 y 2014, llegando a la conclusión de que la edad promedio de fallecimiento es a fines de los 50 o tempranos 60.
Por otro lado, la tasa de suicidio es entre dos y siete veces más alta que la población en general.
La profesora Dianna Kenny, quien lideró la investigación, comentó:
“La escena musical celebra las drogas y la promiscuidad y valoriza la muerte joven, entonces músicos jóvenes que son depresivos y con tendencias suicidas están atraídos a ese tipo de ambientes. Conocen a otros músicos en quienes pueden amplificar sus deseos suicidas, la depresión o el abuso de sustancias. Eso lleva a un espiral fuera de control que termina en una muerte temprana”.