La industria musical ha experimentado transformaciones profundas en los últimos años. No solo las plataformas de streaming cambiaron la forma de consumo y las ganancias de los artistas, sino también la irrupción de nuevos géneros, la caída del rock en el consumo masivo y la lógica de mega recitales y giras titánicas, que parecen ser la única vía para que un músico se consagre. Sobre esta realidad habló Shirley Manson, cantante de Garbage, durante su reciente concierto en Washington D.C., donde no solo criticó la complejidad de la industria, sino que también hizo un anuncio triste para los fans: “Hemos decidido como banda que, debido básicamente a la economía de la industria musical, tenemos que recortar nuestro presupuesto para grandes giras”.
“La rapiña de la industria ha provocado que salir de gira sea para nosotros muy, muy difícil”, reveló en diálogo con el público. Si bien esto no significa que la banda se retire, sí cambiarán su forma de presentarse en vivo, alejándose de las lógicas grandilocuentes y exitistas que otros artistas más masivos como Taylor Swift, Coldplay o Beyoncé sí adoptan. Manson también hizo un análisis sobre la situación de los músicos emergentes: “Mi preocupación es por los jóvenes que ahora se lanzan a la carretera, obligados a mantener sus empleos y a pedir semanas libres para cruzar el país. A veces duermen en furgonetas, a veces en moteles feos y peligrosos. Es inaceptable y tiene que parar”, agregó.
Finalmente, la cantante anunció el fin de una era para Garbage: “Este es el último tour de este tamaño que haremos en Norteamérica. Ha sido un privilegio inmenso, hermoso y emocionante, pero lo económico se ha vuelto insostenible”. A contramano del mundo de redes sociales, que muchas veces oculta debilidades y construye un falso éxito, Manson fue sincera: “En la industria nos han dicho que estamos acabados, que no les interesamos a nadie. Pero ustedes han aparecido aquí y nos respaldan. No lo olvidaremos”. En marzo de este año, Garbage se presentó en Argentina y, posiblemente, haya sido la última vez, al menos con un concierto de tal envergadura.