En el día de ayer Kiss se presentó en el Arena da Amazonia en Manaos (Brasil) como parte de su gira despedida titulada “End of the Road” y vivió un inconveniente en pleno show. La situación no pasó desapercibida para el público, ya que la banda tuvo que frenar la presentación, y el bajista Gene Simmons tuvo que sentarse para poder seguir tocando.
La banda de glam rock se caracteriza por ofrecer un show de gran despliegue escénico, no solo por los vestuarios y maquillaje que visten tradicionalmente, sino también por las visuales, los efectos especiales y la potencia de sus integrantes a la hora de interpretar las canciones. Sin embargo, esta vez Simmons se vio imposibilitado de ofrecer su máximo a los fans.
En un momento del show, el bajista y co-fundador de la banda tuvo que sentarse para continuar tocando. Luego, el músico fue asistido por su staff, quienes le llevaron una botella de agua y una toalla buscando que se recompusiera. En medio de la inesperada situación, Paul Stanley tomó el micrófono y anunció a la audiencia que debía parar por unos cinco minutos.
Esto dijo a los presentes: “Vamos a tener que parar para cuidarlo. Porque lo queremos, ¿verdad? ¡Vamos a darle a Gene una fuerte ovación!”. El público fue más que respetuoso con su ídolo y lo aplaudió dándole apoyo. Según la prensa brasilera, Simmons se habría visto afectado por las altas temperaturas del lugar y esto habría ocasionado que se descompusiera, ya que no trascendió que el bajista esté sufriendo algún problema de salud puntual.
La gira de Kiss continuará por Latinoamérica, ya que se presentará en Colombia, en diversos puntos de Brasil y el 28 abril llegará a Argentina en el marco del festival Master of Rock. Luego finalizará en Chile y se mudará hacia Europa.