Durante el jueves, J. K. Rowling fue trending topic en Twitter y no precisamente por algo bueno. La escritora de Harry Potter publicó un mensaje más que polémico que generó un masivo repudio en las redes, especialmente por parte de la comunidad LGBTQ+.
Para entender lo que pasó, hay que hacer una pequeña recapitulación. A mediados de este año, Maya Forstater, investigadora británica, fue despedida de su trabajo –en el Centro para el Desarrollo Global- luego de realizar una serie de comentarios transfóbicos y cuestionar los planes del gobierno británico para facilitar el reconocimiento de la autopercepción diferente del “sexo natural”. En pocas palabras, Forstater dio a entender que las mujeres transgénero no pueden cambiar su sexo biológico y en una serie de tweets defendió su postura diciendo que “los hombres son hombres”, “las mujeres son mujeres” y que “los hombres no pueden convertirse en mujeres”.
Según reporta The Guardian, tras el despido la mujer inició una demanda a sus ex jefes ya que consideraba que su derecho a la libertad de expresión estaba siendo vulnerado, pero un juez laboral rechazó la misma expresando que sus comentarios eran ofensivos e “incompatibles con la dignidad humana y los derechos fundamentales de los demás.”
Rowling se solidarizó con la investigadora y decidió respaldarla en su red social con el siguiente mensaje:
“Vestite como quieras. Llamate como quieras. Acostate con cualquier adulto que te lo consienta. Viví la mejor vida en paz y seguridad. ¿Pero obligar a las mujeres a dejar sus trabajos por afirmar que el sexo es real?”
Y culminó con el hashtag “Estoy con Maya” y “esto no es un simulacro”.
Obviamente, el comentario se expandió a través de redes y portales generando una “grieta” entre los que apoyaron sus palabras y quienes, por el contrario, repudiaron a la autora, acusándola de transfóbica y mostrándose muy decepcionados por su postura.