Hoy, J.K. Rowling publicó un nuevo libro bajo el seudónimo Robert Galbraith: Troubled Blood. La novela de 900 páginas es la historia de un asesino en serie que se viste de mujer, algo nada nuevo en el cine o la literatura: solo basta pensar en Psycho o Dressed to Kill. Sin embargo, en épocas actuales y viniendo de la autora, el dato no es un elemento menor.
Luego de que la autora de Harry Potter fuera acusada de transfóbica a raíz de una serie de tuits, la nueva propuesta de su obra parece reafirmar esta etiqueta. El villano de Troubled Blood vendría a ser una persona transgénero y diversos críticos emitieron lecturas tales como: “nunca confíes en un hombre que se viste de mujer”.
En las últimas horas se popularizó el hashtag #RIPJKRowling, mediante el cual la comunidad de Internet intenta cancelar a la ídola de tantos jóvenes. Según los dichos por la crítica y los usuarios de redes, esta elección de personaje es ofensiva hacia la comunidad trans.
En junio de este año, la autora estableció una diferencia entre “mujeres que menstrúan y las que no”. Luego explicó: “Quiero que las mujeres trans estén seguras. Al mismo tiempo, no quiero que las niñas y mujeres que han nacido como mujeres estén menos seguras”. La escritora británica deseó un mejor futuro para las mujeres pero en su pedido para la realidad post COVID-19 excluyó a la comunidad trans.