Ritual de lo habitual es el segundo álbum de Jane’s Addiction y significa esa obra bisagra que existe en la carrera de toda gran banda. El disco salió el 21 de agosto de 1990 y es considerado uno de los más importantes del rock alternativo y un precursor del grunge. Su grabación tuvo un trasfondo de sobredosis, paganismo y suicidios, además de tensiones constantes entre sus miembros. También dio origen a Lollapalooza, el festival que Jane’s Addiction creó como gira de presentación del disco.
Además de los aspectos musicales que hacen a este disco icónico, su creación y su grabación encierran un contexto complejo y cargado de hechos sobresalientes. Esa historia se narra en El Ritual de Jane’s Addiction (Gourmet Musical, 2019), el nuevo libro del periodista argentino Fabrizio Pedrotti. El libro, que tiene prólogos del cantante Perry Farrell y de Mike Portnoy, se escribió a lo largo de cinco años a partir de más de 100 horas de entrevistas con el grupo completo, su staff y artistas de la escena. El texto relata el proceso de creación de un disco compuesto entre guerras de egos, sobredosis de heroína, shows caóticos, censura y problemas con la policía. El autor reconstruye por primera vez una apasionante aventura musical y, fundamentalmente, responde a una pregunta clave: ¿por qué Jane’s Addiction creó su obra maestra mientras sus miembros pasaban por el peor momento de sus vidas?
“Tres décadas después, son incontables los músicos que nombran al disco como una influencia”, dice Pedrotti. “Fue provocador desde la portada, pero también en todo sentido artístico. Por ejemplo, uno de sus singles dura más de 10 minutos y a las radios no les quedó otra que pasarlo. También fue el responsable de llevar la escena alternativa a MTV, y abrió el panorama para bandas como Nirvana, Pearl Jam, Alice In Chains y Soundgarden”.
Así, Pedrotti bucea en los intersticios de este disco icónico, en su posterior influencia y logra entregarnos la historia contada desde adentro, con los sujetos que gestaron la obra y la vivieron en primera persona.
“Aunque hayan pasado los años, casi no hubo bandas que sintetizaran tantos condimentos en un solo disco, y es inexplicable cómo se creó en medio de semejante caos interno y social. Pero lo más importante es que, en 2020, esas canciones siguen sonando actuales y revolucionarias”, finaliza el autor.