Kanye West está apareciendo en las noticias nuevamente y no por su música. En un desfile secreto en París que tuvo como objetivo mostrar la nueva colección de su marca de ropa Yeezy, el rapero de 45 años lució una remera con una leyenda que rezaba “White Lives Matter” (“las vidas blancas importan”), en clara oposición al movimiento iniciado por la comunidad afroamericana.
Según reporta Harpers Bazaar, “los elegidos para presenciar el exclusivo show, que habían recibido la invitación el mismo día por la mañana (en la que, por cierto, aparecía un feto blanco en movimiento), acudieron a una ubicación secreta próxima al Arco del Triunfo para conocer las novedades de Yeezy. Anna Wintour, Irina Shayk, Jaden Smith o John Galliano, que apenas suele dejarse ver en público, formaron parte del selecto grupo de invitados que apenas llegaron a las cincuenta personas”.
En una de sus últimas (y realmente incontables) polémicas, al comunicar la ruptura del vínculo de su línea de ropa con las marcas Adidas y Gap por incumplimiento de contrato, West había dicho: “Todo el mundo sabe que soy el líder, soy el rey. Un rey no puede vivir en el castillo de otro. Un rey tiene que construir su propio castillo”. Siguiendo en esta línea, según Page Six, dijo: “Soy Ye, y todos aquí saben que soy el líder… No pueden manejarme”.
En esta ocasión, siguiendo su estilo altamente controversial, se lo vio tomarse fotos con Candace Owens, una comentarista afroamericana pro-Trump y anti-Black Lives Matter, que también llevaba puesta la remera de la discordia. En este escenario, Jaden (hijo de Will Smith), decidió abandonar el recinto para luego twittear: “No me importa quién sea, si no estoy de acuerdo con el mensaje, me voy”, mientras otras figuras abiertamente antirracistas como Naomi Campbell permanecieron hasta el final del evento.