Hoy no es un día cualquiera para el mundo de la música. Hoy se celebran los 80 años de Keith Richards, el guitarrista y compositor de los Rolling Stones. A lo largo de ocho décadas, este ícono y referente logró consagrarse como mucho más que un guitarrista excepcional; fue un arquitecto sonoro, un símbolo de rebeldía y una fuente inagotable de inspiración para generaciones enteras de artistas.
Pero más allá de las notas y los escenarios, “Keef” personifica la autenticidad, la resistencia y, sobre todo, la libertad creativa. Su semblante, su mirada inquebrantable y su sonrisa pícara atestiguan una vida llena de experiencias, altibajos, éxitos y desafíos, cada uno moldeando su narrativa de una manera que solo él podría contar. Es por ese motivo que para conmemorar su cumpleaños número 80, a continuación recordamos 5 anécdotas increíbles en la vida de Keith Richards.
Una fiesta que terminó en caos
A finales de la década de los 60, en una época de crecimiento y éxito exponencial para los Stones, Richards se compró una imponente mansión en el condado de Sussex, Inglaterra, donde decidió llevar a cabo una fiesta en la que no faltaron las drogas y el alcohol. Un llamado anónimo alertó a la policía del lugar de la situación y un cuerpo uniformado de 20 oficiales se dirigió a la residencia del músico para ver lo que estaba pasando.
En su autobiografía titulada Life, Richards recordó el episodio: “Me asomé por la ventana y ahí estaban todos esos enanos (…) En realidad eran policías, pero en ese momento no lo sabía”. Allí, la policía se encontró con pastillas de anfetaminas, distintas bebidas, y -según relataron algunos medios- a la novia de Mick Jagger, Marianne Faithfull, con un chocolate en sus partes íntimas.
El incidente con la guitarra de Chuck Berry
Uno de los máximos ídolos de Richards -dicho por él mismo- fue Chuck Berry. De hecho, cuando Berry cumplió 60 años decidió celebrarlo organizando un show inmenso que contó con invitados especiales y Keith fue uno. Si bien había una relación de admiración entre ambos músicos, hubo un episodio que la tensó.
En el backstage del show, Keef pasó por el camarín de Berry y vio su mítica guitarra Gibson ES-335 posada en su estuche. Luego se acercó para verla desde cerca y decidió tomarla para ver cómo se sentía. En ese momento, y antes de que pudiese tocar alguna nota, el músico recibió una piña en el ojo que lo dejó aturdido. Había sido el propio Berry que lo noqueó de un gancho: “Nadie toca mi guitarra sin permiso”.
Casi muere después de caerse de un árbol
Esta tal vez sea la anécdota más reciente y absurda de Keith. En abril de 2006, el músico casi muere de la manera más tonta posible en unas vacaciones junto a su compañero de banda Ronnie Wood. Ese año, ambos guitarristas decidieron tomarse un tiempo libre en una isla privada en las costas de Fiji. Uno de esos días, Richards se subió a un árbol y, cuando intentó bajar, se cayó y se dio un golpe contundente.
“Había otra rama frente a mí y pensé: ‘Simplemente tengo que agarrarla y caer suavemente al suelo'”, escribió el músico en su autobiografía. “Pero me había olvidado de que mis manos aún estaban mojadas y tenían arena por todas partes y, según agarré la rama, no me agarré bien. Así que me caí sobre mis tobillos y me caí con la cabeza hacia atrás contra el tronco del árbol. Muy fuerte. Y eso fue todo“.
El mito de las cenizas de su padre
Uno de los mitos más conocidos de Keef es ese que cuenta la vez que “aspiró” las cenizas de su difunto padre. A lo largo de los años, se bromeó y especuló bastante sobre la vida de Richards, incluso trascendió la leyenda de que inhaló los restos de su padre muerto en una mezcla con cocaína. Sin embargo, desmintió que haya sido así y declaró que en realidad lanzó las cenizas al aire y aspiró “algunas sin querer” debido al viento.
Soñó con el riff de “(I Can’t Get No) Satisfaction”
“(I Can’t Get No) Satisfaction” es uno de los himnos imborrables que forman parte del enorme catálogo de éxitos de los Stones y tiene una historia increíble detrás. El inconfundible riff de guitarra le llegó a Richards a través de un sueño mientras él se encontraba en un hotel en Florida. En un estado entre el sueño y la vigilia, tomó su guitarra y logró sacar ese riff.
En noticias relacionadas a Richards, conocé la banda que criticó diciendo que eran “demasiado perfectos” y quién era el músico más admirado por él.