Después de meses colmados de denunciar en su contra por diferentes delitos sexuales, despidos y un generalizado rechazo público que causó que Billionaire Boys Club, su más reciente película, generara tan sólo 126 dólares durante su primer día en los cines estadounidenses, Kevin Spacey parece gozar de un respiro.
Acorde a información publicada por la cadena de noticias Reuters y replicada por el medio Variety, esto se debe gracias a la Oficina del Fiscal de Distrito de Los Angeles, entidad que decidió no enjuiciar al actor por una acusación de agresión sexual de 1992 presentada en abril argumentado que el hecho estaba fuera del estatuto de limitaciones de California.
Según reportó TMZ en su momento, un hombre afirmó haber sido agredido sexualmente por el dos veces ganador del Oscar a comienzos de la década de los ’90, pero la fiscalía de este condado ha concluido que el supuesto delito ya habría prescrito, por lo que “no se justifica un análisis de las fortalezas y debilidades de la acusación”.
Aún así, Spacey tiene que esperar para ver si correr con la misma suerte del otro lado del charco, ya que en el Reino Unido el galardonado actor, nombrado Caballero Comendador de la Orden del Imperio Británico hace algunos años, está siendo investigado no por uno, sino por seis casos de agresión sexual ocurridos entre 1996 y 2013.