A más de 25 años de su trágica muerte, Kurt Cobain sigue siendo un ícono del rock por la contundencia de su legado artístico. No solo fue un gran compositor e intérprete, sino que demostró tener un gran compromiso con sus ideas rebeldes.
Uno de los retratos más icónicos del artista oriundo de Seattle fue realizado por Mark Seliger, un fotógrafo texano que actualmente tiene 61 años y hace poco brindó una entrevista para The Guardian. En ese artículo, contó que la primera vez que fotografió a Nirvana fue en 1992 para la revista Rolling Stone. Por entonces, la banda estaba embarcada en la gira mundial de Nevermind, su álbum más célebre.
Seliger reveló que, un día antes de la sesión, le preguntó a Dave Grohl y a Krist Novoselic si podían pedirle a Kurt que vistiera una remera sin textos ni consignas. Al día siguiente, Cobain se presentó luciendo gafas de sol y un suéter abotonado. Cuando se lo sacó, se podía ver que llevaba una remera estampada con las palabras: “Las revistas corporativas todavía apestan”. Al respecto de ese incidente, Mark señaló: “Por suerte, Rolling Stone lo tomó con humor y lo publicó en la portada”.
Más adelante, Seliger tuvo la oportunidad de retratar nuevamente a Nirvana en octubre de 1993, durante el tour promocional de In Utero. Sobre ese segundo encuentro, el fotógrafo apuntó: “Kurt recordó nuestra sesión anterior, y pienso que estaba agradecido de que no hubiéramos intentado interferir. La sesión tuvo lugar en Kalamazoo, Michigan. Fue una interacción bastante suave, creo porque ya teníamos ese vínculo”.
Luego reveló algunos detalles técnicos de dicha sesión:
“Mi hermana me ayudó a traer las cabezas de las muñecas de Nueva York, y las ordenamos en un altar con rosales que había recogido de una floristería y dejé que se marchitaran. La imagen tenía la intención de ser surrealista, más una naturaleza muerta que un retrato, pero Kurt la comprendió y la banda estaba realmente entusiasmada con el concepto”.
Además, Mark reveló que intentó variaciones con todos los integrantes, pero nada funcionó tan bien como con Kurt solo: “Había algo en él que unía la imagen. Había tanta intensidad en sus ojos y belleza en su cara, incluso con el desgaste de su camino y el dolor físico que había sufrido”. Sin dudas, se trata de una de las mejores fotos de su carrera.
Hace poco, Aaron Paul confesó que le encantaría protagonizar una biopic sobre Cobain.