Esta semana, el mundo de la música alternativa sufrió una pérdida inconmensurable: Steve Albini. El emblemático productor (o como el prefería decir, ingeniero) del rock alternativo y el grunge falleció este martes 7 de mayo a causa de un paro cardíaco a los 61 años. Considerado una leyenda del estudio de grabación, Albini estuvo detrás de discos históricos, como In Utero de Nirvana.
Después del éxito rotundo e inesperado que les había llegado con Nevermind, el trío formado por Kurt Cobain, Dave Grohl y Krist Novoselic buscaba crear una obra que sea más cruda y visceral, tanto en lo conceptual como en su sonido. Albini era la persona ideal para materializar ese proyecto y él mismo lo sabía y lo deseaba desde la primera vez que los escuchó.
Estas últimas horas se viralizó en redes sociales una carta que el ingeniero y productor les envió a los miembros de Nirvana con su propuesta, detallando cómo debería ser su visión del álbum y, lo que es más importante, por qué estaba mejor posicionado para entregar la continuación perfecta de Nevermind.
La carta comienza de la siguiente manera: “Creo que lo mejor que podrían hacer en este momento es exactamente lo que están hablando de hacer: sacar un disco en un par de días, con alta calidad pero mínima ‘producción’ y sin interferencia de las cabezas de la oficina central. Si eso es realmente lo que quieren hacer, me encantaría estar involucrado”.
Y continúa: “Solo estoy interesado en trabajar en discos que reflejen legítimamente la percepción de la banda sobre su música y su existencia. Si se comprometen con eso como un principio de la metodología de grabación, entonces trabajaré como un loco por ustedes. Trabajaré a destajo. Les daré una paliza con una llave inglesa…”.
Steve menciona que tuvo la suerte de trabajar en cientos de discos, “algunos geniales, algunos buenos, algunos horribles, muchos en el patio”, y que entiende que “hay una correlación directa entre la calidad del resultado final y el estado de ánimo de la banda durante todo el proceso“. Además, explica que hacer discos de punk es un caso donde “más trabajo” no implica un resultado final; sin embargo, aclara: “Claramente ustedes han aprendido esto por ustedes mismos y aprecian la lógica”.
Para finalizar su carta, Albini enumera algunos puntos sobre su metodología y filosofía de trabajo. Por ejemplo, explica que considera a la propia banda como el factor más grande del proyecto, le gusta “dejar espacio para los accidentes o el caos”, que prefiere “trabajar en discos que aspiren a cosas más grandes, como originalidad, personalidad y entusiasmo“, y que no tiene “un evangelio fijo de sonidos y técnicas de grabación que aplique ciegamente a todas las bandas en todas las situaciones”.
“Algunas personas en mi posición esperarían un aumento en los negocios después de estar asociadas con su banda”, añade Albini. “Sin embargo, yo ya tengo más trabajo del que puedo manejar, y francamente, el tipo de personas que tales superficialidades atraerían no son personas con las que quiero trabajar. Por favor, no consideren eso un problema”.
“Si un disco tarda más de una semana en hacerse, alguien está metiendo la pata“, concluye su firma y su carta, que luego desencadenaría en uno de los discos más importantes, no solo en la carrera de Nirvana y Albini, sino también del rock alternativo.