Que una canción se te quede pegada es un fenómeno del que todos hemos sido víctimas. Si bien a veces se debe a que estás obsesionado con esa canción que no parás de escuchar, también hay razones científicas que explican por qué ciertas canciones vuelven a tu cabeza prisionera. No es demasiado difícil imaginar que hay muchos artistas y productores que trabajan su música con el principal objetivo de vender y de que esa canción se convierta en un hit que no pare de repetirse en la cabeza de la gente. Y, por supuesto, para esto existen técnicas.
Lauren Stewart, psicóloga especializado en música, investigadora del Centro Goldsmiths de la Universidad de Londres, se ha enfocado justamente en este fenómeno tan usual que son las canciones pegadizas.
En primer lugar y como característica principal, las canciones más pegajosas suelen tener una melodía simple y que presenta varios saltos melódicos. Este es el caso de la mayoría de las canciones infantiles, claro. Pero, estos altibajos tonales también podemos encontrarlos en canciones como “Bad Romance” de Lady Gaga.
Desde esta visión, Stewart ha realizado una lista de algunas de las canciones más pegajosas:
Bad Romance (Lady Gaga)
Can’t Get You Out Of My Head (Kylie Minogue)
Don’t Stop Believin’ (Journey)
Somebody that I Used to Know (Goyte)
Moves Like Jagger (Maroon 5)
California Gurls (Katy Perry)
Bohemian Rhapsody (Queen)
La buena noticia es que esta investigación también ha apuntado a rastrear cómo librarse de esas canciones que podés dejar de cantar en tu cabeza.
Una opción es conectarte con otra melodía o con un locutor radial, pero con aquellas que se nos queden también en la cabeza. El himno de tu país puede ser una excelente manera de barrer la melodía pegajosa.
Y otra solución, por más absurda que parezca, es masticar chicle. Es que al ocupar la mandíbula y la boca en su entereza, le das un nuevo trabajo y ya no tenés “espacio” para cantar la canción que te estaba atormentando.
Pero, ¿qué pasa cuando una canción aparece inesperadamente en nuestra cabeza y no nos la podemos quitar? Según Stewart se debe a una reacción del cerebro en clave de salvataje. Cuando nuestros niveles de conciencia son bajos, el cerebro puede elegir estimularnos con una melodía ya conocida.