Desde hace varios años se escuchaba el rumor de que las cosas no venían nada bien para Gibson Brands Inc., la prestigiosa fábrica de guitarras que fue fundada en 1902 y que durante los ’50s se hizo mundialmente famosa al comercializar la primera guitarra eléctrica de cuerpo macizo: la Les Paul, que fue diseñada por un músico que llevaba ese mismo nombre. Dicho modelo ha pasado a la historia tras haber sido el predilecto de guitarristas como Keith Richards (The Rolling Stones) en los ’60 y Slash (Guns ‘N Roses) en los ’90, entre tantos otros artistas.
Pues bien, lo más temido se ha hecho realidad, puesto que, de acuerdo a lo reportado por The Nashville Post, la compañía debe hoy en día más de 375 millones de dólares, de los cuales debería abonar por lo menos el primer plazo antes del 23 de julio de este año, de no ser así, serán castigados con 145 millones más haciendo aún más impagable el monto.
La empresa fundada en Michigan ha intentado salvarse vendiendo acciones, con lo cual logró recaudar unos 16,6 millones hace unos meses que de todos modos resultaron insuficientes ante lo cuantioso de sus obligaciones con los acreedores.
A estas alturas, no son muchas las opciones que le queda a Gibson, son básicamente tres salidas, de acuerdo con lo expresado por expertos: intentar renegociar los bonos, lo cual sería muy caro; que su CEO y actual dueño, Henry Juszkiewicz, pague con parte de su patrimonio lo adeudado; y la última sería directamente iniciar el proceso por bancarrota. La penosa situación en la cual se encuentran ahora es consecuencia de las bajas en ventas de sus productos electrónicos, la cual ha sido una tendencia sostenida por los últimos años.