En la mañana del sábado 16 apareció en las redes un video de una chica denunciando una doble violación y una situación de abuso ejercida por Miguel del Pópolo, más conocido como Migue, el cantante de La ola que quería ser chau. Desde un testimonio desgarrador, detallado y valiente, la chica relata paso a paso el escabroso momento vivido el sábado 9 de abril en la casa del músico. A partir del estallido en la web, muchos fueron los comentarios de desprecio hacia el violador y las muestras de apoyo hacia la víctima. Dos integrantes de La Ola dejaron la banda automáticamente y colaboraron con Mailén, la denunciante; por su parte los miembros de Los Rusos Hijos de Puta también colaboraron con el video y mostraron su fuerte repudio hace Migue. Pero lo más importante fue que se generó inmediatamente uno de los propósitos de Mailén: que otras víctimas se animaran a declarar. A las horas, se vio un video similar con el testimonio de Rocío, ex novia del cantante y otras víctimas anónimas se decidieron a declarar. Rocío también cuenta haber sido víctima de violación en marco de una relación abusiva, de haber recibido acosos por parte de Miguel del Pópolo y declara que el cantante tenía entre sus pertenencias pornografía infantil.
Entre varios de los efectos colaterales de hacer pública la denuncia, se produjeron varios de índole negativa. Hubo uno bastante sorprendente para muchos: Walas, el cantante de Massacre, en un show del sábado por la noche en Mendoza, comentando con el público, puso en duda la veracidad del testimonio de Mailén y se burló de la situación con total liviandad; acción que lo llevó a pedir disculpas por la página oficial de la banda y en otro show en San Juan. Uno se pregunta, ¿qué hace Mailén con las disculpas de una persona que ya la humilló frente a otras miles y que desautorizó un testimonio de tanto peso?
Otro de los efectos que se generó a partir de la temática del abuso fue el resurgimiento de una entrevista hecha a Ciro Pertusi (cantante de Jauría, ex Attaque 77) en el año 1997 por la revista Inrockuptibles. En esta nota, el cantante de Jauría se refiere a las relaciones entre los hombres maduros y las niñas, cuando le preguntan sobre la dudosa letra de la canción “Paginas pegadas” de Attaque 77: “He vivido buenos amores platónicos con chicas de siete años, cosas muy lindas, de vernos y tener deseos el uno del otro. Pero hay gente a la que no le podés hablar de esto. (…) Es posible una relación entre un hombre grande y una nenita. Pasa que se creen que uno es un degenerado, piensan: ‘Este hijo de puta lo que quiere es agarrar y sentarse a la nena encima’. Yo no me engancho en esa, excepto si está todo claro y la nena viene y quiere hacerlo. Si lo quiere hacer y me vuelve loco con eso, lo va a lograr”. Como era de esperar, Pertusi negó haber dicho esas palabras y alega que sus declaraciones fueron tergiversadas en aquel entonces. Ofendido por los agravios y a través el espacio cedido por Mario Pergolini en la radio Vorterix, intenta explicar (de manera ambigua) sus dichos de hace 19 años. Una de las cuestiones que Pergolini menciona como “absurdas” es que los medios se hayan retrotraído a una entrevista de tantos años atrás: el hecho que habría que pensar es que las herramientas tanto discursivas como materiales de las que disponemos hoy no son las mismas que hace veinte años y que buena parte de nuestra sociedad ha decidido dejar de callar y hacer la vista gorda.
Por otro lado, se creó la página de Facebook Víctimas de Cristian Aldana, donde mujeres denunciaron situaciones de abuso que vivieron por el cantante de El Otro Yo. Como respuesta a esta situación Los Rusos Hijos de Puta se bajaron del show que compartirían con El Otro Yo y, por su parte, Aldana acudió a la justicia, pidiendo que las declaraciones sobre abuso sean demostradas.
Entre toda esta ebullición de denuncias y opiniones, el cuerpo de la mujer, sus prácticas sexuales, sus acciones, quedan expuestas de un modo que parecen de dominio público. La denuncia de Mailén no habilita en ninguna medida las palabras juiciosas de Walas ni el cuestionamiento de su comportamiento luego de haber sido violada. No habilita tampoco el cuestionamiento de sus elecciones ni la puesta en duda de la veracidad de su testimonio. Justamente, la valentía de esta chica reside en expresar públicamente un hecho más que doloroso para generar el efecto de la justicia a través del esclarecimiento de la verdad: dejar de callar y llamar a las cosas por su nombre.
Al leer las declaraciones pedófilas de Ciro Pertusi, al escuchar la liviandad y soberbia con la que Walas se refiere al testimonio de Mailén, al constatarse las violaciones y abusos ejercidas por Miguel del Pópolo, surge la pregunta sobre la supuesta virilidad ejercida por estos rockeros, las practicas normalizadas de llevar mujeres (y niñas) a los camarines, entendiendo el concepto de groupie como un elemento más del folclore del rock; usar y abusar de ellas como si fueran mercadería, esgrimir un supuesto poder sobre los cuerpos femeninos que deja ver un machismo declarado. En este mismo marco, uno se pregunta qué tanto aval existe por parte de los medios, la cultura del rock y el mismo público, al responsabilizar a la mujer por los abusos y violaciones, en vez de entenderla como víctima.
La experiencia de Mailén nos valió lágrimas a muchos, pero también suscitó la valentía en muchas mujeres, que empezaron a cuestionarse si las situaciones que habían sufrido eran abuso o no, apoyadas por varios medios, bandas y particulares, creando una ola de desmantelamiento de la verdad, una pérdida del miedo porque existe el apoyo colectivo y una visibilizacion de prácticas naturalizadas. Mientras se sigan justificando las declaraciones de Walas como “exabrupto” o se siga pensando que las palabras pedófilas de Pertusi son resultado de la tergiversación de un periodista, o peor aún: mientras siga existiendo el pensamiento de “algo habrá hecho”, mientras Mailén, Rocío o cualquiera de las victimas siga viéndose como la culpable, todos los Miguel del Pópolo del rock seguirán haciendo uso libre y justificado de la libertad de la mujer, atentando contra nuestra integridad.
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El sábado 23 de abril se impulsó una marcha a Plaza de Mayo bajo la consigna “Basta de abusadores y violadores en el rock”. Evento en Facebook.