En general, se suele hablar de los cielos y ambientes grises de ciudades inglesas como Mánchester. Incluso artistas provenientes de esas latitudes como Morrissey han anotado lo deprimente que le resultaba su atmósfera.
Lo cierto es que Macclesfield es un olvidado pueblo británico a 20 minutos en tren de Mánchester. De hecho, una de las pocas razones por las que se lo conoce es por ser la cuna de Ian Curtis, fallecido líder de Joy Division.
Sobre tal lugar, esto dijo en su momento Stephen Morris, baterista de esa icónica agrupación:
“Ian sentía lo mismo que todo el mundo acerca de Macclesfield a fines de los ’70: No veían la hora de irse de allí. Nadie llegó más allá de Mánchester, y todos terminaban volviendo. Debemos ser todos masoquistas”.
Así que con ese panorama como referente, la fotógrafa Cecilia Martin hace unos meses visitó esa pequeña ciudad con la intención de retratar el lugar en donde creció y murió Curtis.
Para terminar de dar contexto a las imágenes que veremos a continuación, recordemos algo más que Morris comentó al respecto:
“Macclesfield es malo ahora, pero cuando Joy Division estaba comenzando no había nada. En los bares no tocaban bandas, y te echaban si ponías en la rockola un disco que no les gustaba. Era una mierda en ese momento, pero al menos te daba algo frente a lo cual rebelarte, superarte y trascender”.
Ahora sí, te invitamos a echar un vistazo al sitio que inspiró a un ídolo oscuro del siglo XX.