Los Grammy reconocen a los mejores artistas, bandas, discos, productores, etc. del año, por lo que se los considera muy importantes dentro de la música. Sin embargo, hubo una cantante que le dijo que no a las codiciadas estatuillas.
La artista en cuestión fue Sinéad O’Connor, quien en 1991 compitió en las categorías Mejor interpretación de música alternativa, Canción del año, Mejor interpretación vocal pop (femenina) y Mejor video musical – versión corta.
A pesar de las nominaciones y de su pactada performance, la irlandesa publicó una carta en la que expresaba los motivos por los cuales no iba a formar parte de la velada ni aceptar un reconocimiento de parte de la Academia.
Según recuerda Far Out Magazine, el escrito rezaba:
“Como artistas, creo que nuestra función es expresar los sentimientos de la raza humana: decir siempre la verdad y nunca mantenerla oculta a pesar de que operamos en un mundo al que no le gusta cómo suena. Creo que nuestro propósito es inspirar y, de alguna manera, guiar y sanar a la raza humana, de la cual todos somos miembros iguales. […] Reconocen principalmente el lado comercial del arte. Respetan principalmente las ganancias materiales, ya que esa es la razón principal de su existencia. Y han creado un gran respeto entre los artistas por las ganancias materiales, honrándonos y exaltándonos cuando lo logramos, ignorando, en su mayor parte, a aquellos de nosotros que no lo hemos logrado”.
Finalmente, el disco I Do Not Want What I Haven’t Got de O’Connor, que contiene su éxito “Nothing Compares 2 U”, se llevó el premio a Mejor interpretación de música alternativa, galardón que nunca llegó a manos de la artista por su negativa a recibirlo. Así, se convirtió en la única persona en la historia en rechazar un Grammy.
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