A fines del año pasado recordamos una vieja colaboración entre Jimi Hendrix y Brian Jones, dos artistas que compartían muchas cosas en común y que, trágicamente, murieron a la misma edad formando parte del tristemente popular “Club de los 27”. En dicha oportunidad, hablamos de “There Ain’t Nothing Wrong (Little One)” y la historia detrás de aquella colaboración, contada por el mismísimo Eddie Kramer, productor e ingeniero de sonido que ha trabajado con Hendrix, The Rolling Stones, The Beatles y más.
En esta ocasión volvemos a enfocarnos en Kramer para repasar una vieja anécdota que involucra a Hendrix y a los Stones. En una entrevista con el podcast The French Connection, el productor contó una anécdota poco conocida sobre la vez que el músico asistió a un show de la banda británica. “(Hubo) un concierto en el 69 al que tuve la suerte de ir, y la historia de ese show es un poco divertida. Sé exactamente las fechas y la hora porque era el 27 de noviembre de 1969 (el último cumpleaños de Jimi). Recibí una llamada telefónica”, comenzó Kramer.
“Fue muy inusual para mí recibir una llamada telefónica de Jimi. ‘Oye hombre, ¿Quieres ir a ver a The Rolling Stones en el Madison Square Garden esta noche?’ ‘Sí, ok. Sí, Jimi, eso sería fantástico, gracias’. Así que me dijo: ‘Nos vemos en el backstage'”. El productor continuó su relato: “Nos reunimos detrás del escenario, subimos al ascensor. […] Los Stones y Jimi eran amigos, y fue simplemente maravilloso. Detrás del escenario, hablando con toda la gente que conozco allí, tuve esta hermosa foto de Mick (Jagger) y Jimi sentados en un banco, básicamente en el camerino con los bloques de concreto detrás de ellos y las perchas”.
“Es una imagen tan hermosa, la atesoro. Son estos dos personajes icónicos y maravillosos del rock sentados juntos, solo hablando. Siempre se me quedó en la mente: ‘Jesús, si solo hubiera tenido una cámara de video…'”. Kramer también recordó la vez que vio a Hendrix tocar en el Madison Square Garden, lo cual describió como un desastre. “Desafortunadamente… Creo que algo sucedió detrás del escenario. Quién sabe quién hizo qué, pero su bebida estaba llena de ácido. Era una mala cosa ácida, y estaba muy molesto”. “No fue obra propia. No creo que hubiera saboteado su propio espectáculo. Quién sabe quién lo hizo, pero eso es parte del tipo de información histórica”, concluyó.