Phil Collins se retiró de los escenarios meses atrás, pero su legado en la música continúa intacto. El baterista, compositor y cantante se unió a Genesis en 1970 y allí comenzó su visibilidad en la música, siendo parte del panorama reinante del rock progresivo junto a otras bandas. Luego de la salida de Peter Gabriel, Collins tomó aún más notoriedad por ser no solo el baterista sino el frontman del grupo.
Si bien Genesis y Collins se volvieron íconos del rock progresivo, el músico no se sintió cercano a muchas de las bandas de su generación que llevaron adelante el género. Así lo demostró en una entrevista, según recogió Far Out: “Fui un gran fan de los primeros tiempos de Yes. A pesar de que me gustan los chicos de la banda, no me relacionaba mucho con su música luego de los primeros tres álbumes. Musicalmente, Jethro Tull. Floyd, nunca fui un gran fan”.
Pink Floyd es una de las bandas indiscutidas del rock clásico a pesar de su gran cuota experimental, pero esto no implica que haya un gusto unánime. Collins explicó qué lo alejaba de la banda: “Probablemente me volví más fan de Floyd con el paso del tiempo que lo que era en ese tiempo, a pesar de que los vi en el Marquee con Arnold Layne. Estaba al tanto de lo que estaban haciendo. Pero nunca fui realmente fanático. Yo estaba en una banda en la que siempre nos ponían en la misma caja. Pero yo nunca sentía que perteneciéramos a lo mismo. Aunque probablemente sí lo estábamos”.
De la época, el compositor de “In the Air Tonight” también confesó que no le gustaba Emerson, Lake & Palmer, ya que simplemente no disfrutaba de su propuesta a pesar de respetar a sus integrantes como músicos: “No me gusta la música. Es demasiado neurótica y está demasiado en un mismo nivel”.