Hace poco hablamos del curioso Campeonato Mundial de Tejido y Heavy Metal que se llevó a cabo en Finlandia. Por entonces nos quedó claro que la comunidad nórdica encuentra mucha alegría gracias a ese género musical que tiene el prejuicio de ser agresivo y lleno de ira. Sin embargo, los seguidores de tal corriente musical saben que aquello no es del todo cierto.
De hecho, un estudio realizado por la Universidad de Arizona compartido por medios como El Confidencial demuestra los efectos positivos del metal en la salud mental de sus oyentes. Tal experimento llevado a cabo por esa institución resalta los beneficios de escuchar una corriente musical tan intensa que incita a confrontar a la autoridad.
Por una parte, la impronta rebelde y con ánimos de lucha del rock pesado termina siendo muy sana a nivel mental. Esto es así en razón de que aunque estimula el pensamiento crítico y la construcción de una personalidad singular; a su vez ayuda a procesar sanamente sentimientos negativos como la ira, la tristeza y la culpa.
Y es que lo peor que puede sucederle a un individuo con mucho enojo en su interior es mantenerlo escondido en su inconsciente y luego explotar en un momento inoportuno. El citado experimento concluye entonces que los metaleros tienen mejor manejo de sus emociones que un oyente promedio de géneros menos ruidosos. De ese modo, pueden vivir más relajados.
La Universidad de Warwick en el Reino Unido llegó a una conclusión similar al encontrar que los “heavies” eran personas con una capacidad de abstracción superior a la media.
Todo lo anterior parece estar en consonancia con otro estudio de la Universidad de Queensland en Australia. En esa investigación se confirmó de igual forma que escuchar punk, hardcore y metal relaja al estimular la liberación de endorfinas.