A tres años del lanzamiento de su disco debut Oda a la contemplación (2014, Alud), Marcos Raviolo estrena su segundo trabajo discográfico Juego de niños (2017, Alud), entrega en la que estuvo a cargo de la composición, guitarra, melódica, bajo y piano.
Siempre con la independencia como bandera y un concepto como disparador creativo, el joven barilochense nuevamente se encargó junto a su sello independiente Alud de la grabación de cada uno de los seis temas que integran Juego de niños, placa que al igual que Oda a la contemplación le da vital importancia al aquí y ahora, pero hoy desde otra perspectiva: “El juego de un niño es inocente y transparente. El juego de un niño es un estado donde sólo importa la satisfacción de estar acá, concentrado en el presente. Hay una exploración constante que guía este acto y una toma de decisiones que oscilan entre la intuición, la sensación, y la estructura” anuncia Raviolo en el texto que funciona como prólogo del disco instrumental.
Con una producción de dos años y optando por una impronta más cercana al jazz, Juego de niños se aleja de la quietud contemplativa y el aire folclórico que caracteriza a su antecesor y se enfoca tanto en el intercambio lúdico entre instrumentos e instrumentistas como en la lucidez que se tiene al momento de jugar con los sonidos: “Los temas los compuse hace varios años ya. El más reciente es ‘Fortaleza‘, el primer tema del disco, los demás son del 2014/15. En esa época tuve un accidente que casi me roba la vida. Luego de recuperarme empecé a proyectar el disco y a componer los temas. La mayoría nacieron con el piano, otros con la guitarra o con la melódica. Pero además de la canción son muy importantes los arreglos del disco, como la presencia del bajo y la batería, los samples y los ‘chiches’ que le dan color a la obra. Este accidente inspiró el concepto del disco, el juego de niños es un estado en el que se puede vivir para disfrutar y presenciar cada instante, también para aprovechar lo que se tiene y valorar la conciencia. También los nombres de los temas caracterizan el concepto: ‘Presencia, ‘Fortaleza‘, ‘Unidad‘… Todos estados que son necesarios para una vida atenta y despierta. Eso es lo que el disco trata de inspirar” comenta Marcos, y agrega que su mayor influencia musical para éste disco fue la locura musical de Hermeto Pascoal.
El disco que fue grabado entre Almagro, Bariloche y Quilmes contó con la participación de su hermano Fermín Raviolo en guitarra eléctrica, Nahuel Reyes Sosa y Santiago Vaquero en batería, Javier de Azkue en trombón, Ana Ana en cello y Mateo Arce en texto y voz en “Presencia”: “Fue esencial la buena predisposición de los músicos que dejaron sus sonidos plasmados en la obra, así como también el toque final de Ariel Schlichter en la masterización. Es muy hermoso gestionar un disco de esta manera, lo hicimos con mucho trabajo y utilizando las herramientas que tenemos a nuestra disposición. Esto potencia la creatividad y el ingenio. Estamos en una época donde el comercio local y regional está en crisis. Hay que dar el ejemplo desde donde uno puede para fomentar este tipo de economía que tan bien le hace al mundo” concluye Raviolo y adelanta que Juego de niños será presentado oficialmente de una manera inusual: se reproducirá el disco con parlantes de alta calidad en una sala oscura, invitando a todos a sumergirse en el viaje.
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