No es El Príncipe Idiota ni Mi Amigo Invencible, aclara de entrada Mariano di Cesare. Mendocino en Buenos Aires, coexistiendo con el primero y cantando con los segundos.
Vacía el cargador para, seguramente, después volver a llenarlo con acordes y riffs de la vida. Que no son más que poemas.
Sonidos y sensaciones que arrastra desde un bosquecito, una ranchada, la montaña o alguna pileta. De hace mucho. Canciones de él, melodías de pequeño.
Entre producir, filmar, y estar tocando por todos lados, tomó la decisión de hacer la suya.
Su próximo material será un Micro Disco, formato ideado por Gonzalo Elizondo (Los Coholins – Micro Discos Estudio & Dogma), que tiene como impronta durar 10 minutos, ser digital y que podés enviarlo por WhatsApp. Siete u ocho canciones. Un desafío.
Aún no tiene título, pero no queda nada para que salga. Meter las voces y vestir con poemas lo que grabó junto a Gonzalo Elizondo (batería) y Pipe Quintans (teclados).
Música que se siente bien desde adentro parece ser la nueva propuesta de Mariano di Cesare. Un soundtrack lleno cuentos.
Va a tener su firma, que en el arte es más que una forma sobre el papel. Es parte integral de la persona, de lo que siente y de lo que es. Es única y hace único a su autor. Lo diferencia y lo distingue.
Planea sacarlo en octubre y asegura que son sus últimos cartuchos, pero no le creemos nada.