Todos los miércoles del mes de mayo, el Centro Cultural Richards abrirá sus puertas para dar lugar a una residencia musical llevada a cabo por los artistas Paul Higgs, Melanie Williams y Franco “Choki” Giaquinta. El proyecto reúne a los tres músicos en un espectáculo lisérgico e hilarante donde, además de tocar temas de sus respectivas bandas, se dan el espacio para hacer covers e invitar a colegas amigos al escenario.
Todas las semanas habrá un acto nuevo con un nombre alusivo. El primero fue el pasado miércoles 4 bajo el nombre de “Génesis de una constelación”, que a su vez estuvo dividido en tres bloques de música. Con Higgs en la guitarra y programaciones, Williams en batería y Giaquinta en bajo, el Richards mutó en una nave nodriza con destino al desenfreno y con la diversión sin presiones como estandarte.
“Tocamos con la única intención de divertirnos -explica Melanie en conversación con Indie Hoy-. Me parece importante habitar el escenario de otra manera, que no sea bajo el mandato de presentarnos a tocar con cada minuto super milimetrado, sino que sea un disfrute de esa espacio que es nuestro y lo vivimos todos los días. Esta no es una banda para salir a conquistar nada, solamente queremos pasar un lindo momento”.
Si bien la iniciativa surgió como una propuesta de Paco Gallardo -dueño y encargado del lugar- a los músicos que ya eran habitués del centro cultural porteño, la conexión del trío se gestó unos meses antes con el estreno de la serie Porno y helado de Martín Piroyansky. “Conocí a Piroyansky en una cena, nos hicimos amigos y me preguntó si quería hacer un cameo en una serie que estaba filmando -cuenta Higgs sobre la propuesta del director para participar en la serie-. Terminé actuando y hubo una conexión re zarpada y pluridimensional. En un momento, Piro me dijo: ‘che, estaría bueno que hagas algo en la premier de la serie’, e instantáneamente pensé en llamar a Meli y a Choki”. Y así fue, la primera presentación oficial de la banda fue en el evento que Amazon Prime Video organizó para el estreno de Porno y helado, donde tocaron covers de temas clásicos del rock argentino de la década de los sesenta y los setenta con una química palpable. “Fue como tocar en un casamiento”, arremata Higgs.
De esa conexión ineludible y portentosa surgió la incógnita de cómo manipular el magnetismo que la música habilitó, sin caer en los gajes propios del oficio. Por ese motivo decidieron juntarse con el único afán de disfrutar, sin la necesidad de que tocar sea un trabajo. “Es un lugar mágico que encontramos por fuera de nuestras bandas“, define Paul a este nuevo proyecto mientras que Choki interviene: “Es una apuesta energética mantener esta filosofía de que no haya ninguna pretensión más que gozar arriba del escenario“.
La banda no tiene nombre ni lo tendrá, tampoco lo necesita, el trío no quiere definirse bajo ninguna palabra ni concepto. Además, utilizan el vivo como un espacio de transformación y de constante incertidumbre, donde cualquier cosa puede pasar en cualquier momento, no hay guiones ni situaciones preestablecidas, solo fluyen sin ataduras. “Miguel Gringberg decía que el rock argentino no se basa en un sonido, ni en un riff, ni nada eso, sino que se basa en un estado de libertad y eso es a lo que apuntamos”, finaliza Higgs.
La residencia Exiles en el CC Richards (Honduras 5272, CABA) seguirá este miércoles 11 de mayo a las 20 h con su segundo acto llamado “El bondi cósmico del Choki” que además tendrá a nada más y nada menos que al cantautor Martín Buscaglia como invitado y DJ sets entre los diferentes bloques. Por otro lado, las primeras 50 personas en llegar pasarán gratis. Para los próximos actos, el trío adelantó que contarán entre los invitados a Simón Saieg, Ivanna “Chipi” Paula y Agustín Bucich, entre otros.