Esta mañana, un sorpresivo anuncio publicado en la cuenta oficial de Morrissey sacudió a los fanáticos de The Smiths. El cantante informó que decidió vender la totalidad del catálogo y los derechos de la banda que formó en Mánchester en 1982 junto a Johnny Marr, Andy Rourke y Mike Joyce.
El posteo comienza con un listado de lo que denomina "valores de propiedad intelectual", entre los que figuran el nombre de la banda, el material gráfico, los derechos de merchandising, todas las canciones -letras y músicas-, los derechos de sincronización, las grabaciones y los contratos editoriales de The Smiths.
A través de un mensaje, Morrissey explicó los motivos:
"Estoy agotado por cualquier conexión con Marr, Rourke y Joyce. Estoy harto de asociaciones maliciosas. Con toda mi vida he pagado lo que me corresponde por estas canciones e imágenes. Ahora quisiera vivir desvinculado de quienes sólo me desean mala voluntad y destrucción, y esta es la única solución. Las canciones soy yo, no son nadie más, pero traen consigo comunicaciones comerciales que se esfuerzan al máximo por crear temor y rencor año tras año. Ahora debo protegerme, especialmente mi salud”.
Por otro lado, incluyó un correo electrónico de contacto para posibles compradores: [email protected].
Así reaccionó el público
Como era de esperarse, las repercusiones no tardaron en aparecer. Algunos seguidores expresaron su interés en adquirir el valioso patrimonio. Otros, en cambio, criticaron la postura del artista por reducir la historia de The Smiths únicamente a su figura. "Lo que hizo eterna esa magia fue la alquimia de todos ustedes juntos”, escribió un fanático, recordando también el aporte de Marr y Rourke.
The Smiths, una de las bandas más influyentes del rock británico de los años 80, dejó un legado de cuatro discos de estudio y un sonido que marcó a generaciones enteras. Su separación en 1987, producto de tensiones internas, fue definitiva: a diferencia de otros grupos de su época, nunca volvieron a reunirse en estudios ni escenarios desde entonces.