Michael Lee Aday, más conocido como Meat Loaf, acaba de fallecer a sus 74 años. La triste noticia fue confirmada a través de Facebook, donde se indicó que el artista murió “rodeado de su mujer Deborah, sus hijas Pearl y Amanda y sus amigos más cercanos”. Enseguida, las redes sociales se han llenado de dedicatorias y despedidas para este gran actor y músico que llegó a vender más de 100 millones de discos a lo largo de su extensa carrera. Por otra parte, también deja un enorme legado a nivel cinematográfico, pues apareció en más de 65 películas, dentro de ellas The Rocky Horror Picture Show (1975) y Fight Club (1999).
De acuerdo con lo revelado por él mismo en varias ocasiones, nació y creció en Texas bajo el cuidado de su madre, una maestra de escuela, mientras que su padre era un oficial de policía con problemas de alcoholismo que tendía a desaparecer de casa. Luego de la muerte de su progenitora a finales de los años sesenta, se mudó a Los Ángeles y fundó la banda Meat Loaf Soul. El nombre de ese grupo estaba inspirado en el apodo que le puso su entrenador de fútbol por su gran peso y estatura.
Más allá de su personalidad extravagante y carismática, contaba con una voz potente, tanto así que existe el mito de que una vez entonó una nota tan alta que llegó a fundir un fusible del monitor del estudio en el que estaba cantando. Tras ello, se corrió la voz y llegaron a ofrecerle tres contratos de grabación, pero Michael los rechazó todos y prefirió debutar como telonero de Them, el grupo de Van Morrison, en el legendario club nocturno The Cave.
Con el paso de los años, su popularidad creció y se convirtió en una de las figuras más importantes del rock pesado, aunque el mayor hit de su carrera fue la canción romántica “I’d Do Anything for Love (But I Won’t Do That)”, publicada en 1993. Desde acá le deseamos larga vida a su legado.