El pasado 28 de abril falleció Anita Lane a sus 61 años. La artista australiana dejó una fuerte marca en el ámbito de la música alternativa, conocida por haber sido miembro de The Bad Seeds junto a Nick Cave, con quien sostuvo una relación personal y profesional. Fue musa de diversos artistas, se expandió como solista y tuvo múltiples colaboraciones que la erigieron como una figura mítica en la escena.
Nick Cave se expresó públicamente ante el temprano fallecimiento de su compañera y dedicó las más poéticas y conmovedoras palabras para intentar describirla como artista y como persona. El músico canalizó su profunda tristeza en una carta abierta: “Pensás que conocés el dolor, que has comprendido sus mecanismos, que te has convertido en un sabio del dolor -más fuerte, más inteligente, más resiliente-, creés que no hay nada más que pueda herirte en este mundo, y luego se muere Anita”.
Cave no dejó de destacar el talento de Lane en el contexto de creación que vivieron juntos: “Todos querían trabajar con ella, pero eso era como tratar de atrapar la luz en una botella. Mick Harvey se las ingenió para meterla en el estudio de grabación, pero estas preciosas ofertas son una fracción de lo que ella era. Ella era la más inteligente y la más talentosa de nosotros, por lejos“. También hizo referencia a su desfachatez: “Entró a la universidad de arte más prestigiosa de Australia -por capricho- y consiguió que le dieran un lugar allí. Compró un caballete, papel madera, crayones, se puso un vestido, se arregló el pelo y nunca volvió a entrar”.
Nick Cave hizo justicia y homenaje sobre las creaciones de Anita Lane, mujer que muchas veces fue tomada solo como musa: “Ella pensaba que las mejores ideas eran aquellas que nunca ven la luz del día. Ella era el cerebro detrás de The Birthday Party, escribió muchas de las canciones. Escribió ‘From Her to Eternity’, ‘Sugar in a Hurricane’, y mi canción favorita de Bad Seeds, ‘Stranger Than Kindness’, pero fue mucho más que eso”.
También habló de su costado oscuro, algo que Anita Lane llevó como aspecto definitorio de su figura. Planteó un nuevo estereotipo que pocas veces se había visto en una mujer, lejos de una idea naif de las chicas: “¿Cómo podía algo tan luminoso cargar tanta oscuridad?”, expresó Cave. Y a continuación definió su indescifrable y fascinante personalidad: “Bebía gin de una mamadera. Odiaba el concepto de musa pero fue la de todo el mundo. Hablaba con voz de niña y fue mi mejor amiga. Dos meses atrás, hablando con ella por teléfono, la sentía a miles de kilómetros. Amaba a sus hijos más que a nada. Eran su orgullo y su alegría. Amarla era tan fácil como aterrador. Deja un gran vacío”.