Nick Cave es uno de los compositores más destacados y singulares de las últimas décadas. Su lírica es conocida por su profundidad emocional, su narrativa oscura, poética y su capacidad para abordar temas complejos y universales como el amor, la pérdida, la redención y la muerte. Sin embargo, parece que el proceso creativo es todo menos satisfactorio para él.
En una nueva entrevista con la revista Mojo, el líder de The Bad Seeds habló sobre el método para componer canciones y confesó que encontraba a todo ese proceso como un desafío. De hecho, admitió que suele retrasar el momento de sentarse a escribir.
“No me gusta escribir canciones“, comenzó declarando el músico. “Escribir una canción es un proceso profundamente misterioso, abstracto y lleno de ansiedad que simplemente no es divertido. Jugar con el niño está bien, pero sacarlo es una maldita pesadilla. Así que lo pospongo hasta que no puedo posponerlo más“.
En otro apartado, Cave habló del proceso de creación de Ghosteen, un disco particularmente difícil para él que estuvo marcado por la muerte de su hijo Arthur: “Estoy contento de que exista, pero fue algo doloroso de hacer. No me gusta escuchar a las bandas hablar sobre el dolor de hacer un disco, porque no les creo. Pero Ghosteen tuvo sus agonías y no es algo que quisiera repetir“.