El 24 de septiembre de 1994, hace casi 30 años, Nirvana publicó Nevermind, su segundo y más exitoso disco, que significó un antes y un después en la carrera (y vida) de Kurt Cobain y el resto de los integrantes de la banda. Sin embargo, previo al lanzamiento, ellos tenía bajas expectativas con respecto al proyecto. En una entrevista con Uncut, el propio Dave Grohl -baterista de la agrupación-, reconoció que sus amigos, familiares y compañeros músicos les dijeron que el disco iba a ser “jodidamente enorme”.
“Donita [Sparks, del conjunto L7] vino y dijo que íbamos a ser jodidamente enormes”, recordó el hoy líder de Foo Fighters. “Mi viejo amigo, Barrett Jones, con quien crecí en Virginia, que era músico y productor, escuchó ‘Lithium’ y dijo que íbamos a ser enormes. Pensó que ‘Lithium’ debería ser el primer sencillo”. Intentando un equilibrio entre apreciación y negación, Grohl pensó: “Bueno, es amable de tu parte decirlo, pero no hay manera de que eso suceda nunca”.
Sin embargo, en 1991, Nevermind tomó por sorpresa a la industria del cuarto arte y a los oyentes. “Fue Wilson Phillips, fue Mariah Carey y el maldito Bon Jovi. No eran bandas como nosotros”, dijo Grohl, argumentando por qué creía que su grupo no tenía muchas posibilidades de alcanzar ese logro. A pesar de eso, el también director reconocía que tenían cosas a favor: “La banda estaba unida y las canciones de Kurt eran jodidamente geniales”.
“Hacíamos una o dos tomas y tal vez hacíamos una sobre grabación acá y allá. Kurt entraba y hacía la voz. Era muy claro y tan jodidamente poderoso, melódico y hermoso que estás orgulloso de [eso] – y nosotros definitivamente estamos orgullosos de ello”, cerró.