Michael Jackson es un ídolo recordado tanto por su talento como por sus escándalos personales. Al tiempo que conquistaba al público con sus falsetes y su moonwalk, el cantante y bailarín vivió toda clase de impases. Además de las acusaciones de abuso infantil en su contra, él también fue noticia por su deteriorado estado de salud física.
El documental Killing Michael Jackson, producido por Zig-Zag Productions, buscó explorar los resultados de la autopsia del artista norteamericano. Hasta ahora, solo se estrenó en algunos países de Europa, aunque se puede ver en internet en un video que incluimos al cierre de esta nota.
De cualquier manera, ya han trascendido a los medios las declaraciones de algunos testigos del caso. Por ejemplo, el de Scott Smith, miembro de la Policía de Los Ángeles. Él tuvo acceso exclusivo a la investigación realizada en el cadáver de Jackson:
“Algo que era extraño, que me encontré a mí mismo mirando periódicamente, era su cabeza, sobre todo su cuero cabelludo.”
Entonces, el detective señaló: “Cada vez que estaba en público, (Jackson) usaba una peluca.” De esa forma, el autor de hits como “Thriller” podía ocultar su calvicie. Por otra parte, Smith reveló que Michael tenía el cuero cabelludo tatuado para disimular la ausencia de cabello en algunas zonas.
La explicación detrás de esa condición se puede encontrar en su accidente que el ídolo pop sufrió en 1984. Durante el rodaje de una publicidad para Pepsi, ocurrió un accidente en el cual se incendió la cabeza del músico. Aquello es corroborado por el citado policía que reveló que “la parte superior de su cráneo estaba llena de graves cicatrices.”
Pero de acuerdo con lo anotado por Smith, el cuerpo de Jackson también estaba plagado de marcas en otras zonas. Había secuelas de heridas detrás de las orejas, en la nariz, y en la base del cuello, así como en sus brazos y muñecas.
El detective concluye que es probable que en razón de todas esas lastimaduras, Michael se haya vuelto dependiente de los analgésicos. Asimismo, es sabido que Jackson tomaba mucho Propofol, un potente anestésico con el cual sufrió una sobredosis fatal hace 10 años.