Electropunk, sonidos matemáticos, dream pop y cannabis medicinal. El italiano Fabiodalex y el argentino Patokai publicaron su disco Where Dreams Don’t Die -publicado en marzo por el sello Periphylla- y conjugaron estas particulares aristas de sus vidas artísticas y privadas. Es que Fabio D’Alessandro se acaba de recibir de ingeniero en sonido, y Patricio Vallarino es un reconocido activista cannábico que además se dedica a la música. Desde Berlín y en plena pandemia, se juntaron a grabar un álbum que oscila entre la esperanza y la distopía, una obra que toma de la estética vintage de Volver al futuro y que apunta hacia adelante brillando en la oscuridad.
Fabio y Pato se conocieron por un amigo en común. El primero fue a ver shows del segundo, que justo necesitaba laburar con un productor. “Hubo mucha química, nos juntamos en el estudio y al toque estábamos tocando -recuerda Patokai en conversación con Indie Hoy-. En poquitos días yo tenía un show online para la Patagonia en el marco del festival El Arte de Hacer y él se prendió enseguida”.
Las prohibiciones en casi todo el mundo, las cuarentenas y los aislamientos fueron el fuego de inicio del disco. El título del disco lo dice todo, y el estudio se convirtió el lugar en donde los sueños no morían. “No sabíamos qué iba a pasar, cambiaron las reglas del juego de la vida y esa juntada musical nos metió en un mundo paralelo. De ahí partió la idea de ‘los sueños no mueren'”, cuenta Patricio.
Así, más allá de lo terapéutico que significó para ambos artistas grabar este disco, pudieron plasmar un mensaje claro para los oyentes. Para Fabio, “el arte quedó vacío y seco, y la pregunta principal era cómo hacer música en una situación tan oscura. Lo importante es siempre intentar de encontrar la vuelta de no dejarse morir completamente, de salir con expresión y con ganas de decir algo. En sí, el disco es medio bipolar, hay canciones que te dicen que está todo mal y otras que te dicen que está todo bien, que no te preocupes y que te agarres a tus sueños o a algo que te haga mantener la esperanza para salir adelante”.
Esa bipolaridad que marcan los artistas puede tantearse en el abanico sonoro que presenta el disco. Con canciones como “New Beginning”, “Go Beyond” y “Let Go”, salió un lado pop que los artistas no venían desarrollando en sus carreras solistas. Si bien de entrada no pusieron ningún tipo de traba en lo compositivo, al principio no estaban del todo seguros si esas canciones iban a entrar en el álbum.
Sobre los estilos que atraviesan el disco, Patokai agrega que si bien se llevan 10 años con su colaborador italiano, tienen muchos gustos en común. “Fabio desde la programación tocaba cosas más breakbeat o sintes más electros. Los temas iban al palo pero en el medio encontramos la oportunidad de hacer algo un poco más trip hop o dream pop. Si bien los sentíamos extraños con esas canciones, a la larga no las negamos y las incluimos”.
Patokai también explica la importancia de la medicina en su vida, ya que de no haberse formado como médico clínico no hubiese podido obtener los recursos para ser músico. Igualmente, advierte de los negocios característicos de una descarnada industria farmacéutica y cómo es necesario forjar una postura crítica. La actual trinchera del músico está en el activismo como médico cannábico.
“En buena hora que esté activa la ley 27.350 y el programa Reprocann -opina Patricio-. Yo empecé desde Alemania, haciendo posgrados con la Universidad de Tierra del Fuego con horarios cambiados, me informé bien y espero que siga en manos de la gente y no tan en manos de las grandes farmacéuticas. También espero que pase lo mismo con los hongos medicinales, es lo que se viene y en el Borda ya están haciendo tratamientos con psilocibina”. Actualmente se está dudando sobre muchas teorías y tratamientos de los últimos 40 años y para Patokai, como médico clínico con un posgrado en tratamiento del dolor, hay que ser crítico cuando nos quieren vender algo. “Hay que analizar el conflicto de intereses, hay mucha plata y corrupción juntas”, sintetiza Patricio.
En cuanto al futuro, Patokai anhela un sueño personal que comparte con muchos, pero también continuará de gira. Vivir el verano eterno entre Sudamérica y Europa no es fácil, pero la música es una herramienta que puede hacerlo funcionar. “Estoy armando un tour de mayo a octubre en Europa -adelanta Patricio-, la idea es hacer de mayo a junio la parte germano-parlante y de ahí en adelante Europa del este, hasta septiembre octubre que quiero ir a España. Con Fabio nos había quedado pendiente ir a Italia y en el medio pasaron distintas cosas, pero no quedó descartado. Quizás metamos algunos shows juntos. Por otro lado, estoy haciendo un EP nuevo, más electropunk y en español”.
Así como el músico argentino se encuentra en un proceso de salir y presentar su música en distintos lugares del mundo, el productor italiano está más enfocado en cultivar su interior para luego abrirse. “Acabo de terminar ingeniería de sonido y desde el punto de vista técnico he aprendido muchísimo -admite-. Desde el punto de vista artístico y creativo, actualmente estoy desarrollando una instalación sonora y, al mismo tiempo, idealizando y estructurando mi próximo proyecto de música electrónica. Ambos se encuentran en fase de incubación“.
Si bien hace muchos años que Patokai se radicó en Berlín, el artista vuelve a la Argentina cada vez que puede. Esta vez, se encontró con una grata sorpresa y se la adjudicó a la pandemia. Así, la escena de early hardcore, EBM y música industrial, lo dejó fascinado tanto como el trap nacional. “Conocí bandas nuevas como por ejemplo KRRSV, Civil Hate, también me mandé a ver trap, o lo que sale un poquito del trap pero está ahí metido, como Dillom, The Colorated, todos los chicos de Bohemian Groove. Cosas que venía escuchando en Berlín pero que no había visto, y de repente venir acá y ver toda esa escena me flasheó. Hubo mucho movimiento post pandemia y me parece genial porque, después de tanto sufrimiento, la música y la cultura siguen vivas”.
La escena porteña no es nueva para Patokai y existen muchos artistas que lo referencian. Si bien el artista no se cuelga la medalla en un acto de humildad, ha sido un precursor y un visionario en cuanto a ciertos ritmos y estilos de música en su versión argentina. “Cuando vine a Argentina me empecé a juntar bastante con Manuel Matarasso y con los chicos de Intendente que están haciendo una suerte de electropunk -recuerda-. Yo ya los sentía como unos sobrinos y me convocaron cuando vieron que volvía al país, diciéndome que era uno de sus precursores, aunque sinceramente yo no me siento así”.
A tal punto es el reconocimiento que lugares como El Tío Bizarro, un monumento a la música en Burzaco, lo tuvo en sus escenarios este fin de semana pasado. Sobre la escena argenta, destaca a Chebrolet: “Es otro de los artistas que me parecen muy interesantes, su canción del ‘Renault 12‘ me parece increíble. Que el contenido de esta generación sea tan multitema es maravilloso y a mí me sirve mucho porque soy mi peor juez a la hora de analizar mis letras. Entonces escuchar a estos chicos que hablan de lo que les pinta sin tapujos me parece bárbaro”.
Escuchá Where Dreams Don’t Die de Patokai y Fabiodalex en plataformas de streaming (Bandcamp, Spotify, Tidal, Apple Music).