Pocos personajes han sido tan cruciales en la historia cultural neoyorkina como Patti Smith. Y es que, tal y como ella narra en su autobiografía Just Kids, la nacida en Chicago llegó a esa ciudad desde muy joven y sin un peso encima, pero a fuerza de trabajo y creatividad terminó convertida en una de las artistas más icónicas de la Gran Manzana. No solo se codeó con figuras como Andy Warhol y Lou Reed, sino que hasta inspiró a bandas punks y fue compañera del aclamado fotógrafo Robert Mapplethorpe.
Pues bien, hace unas horas la música y poeta recibió la llave de Nueva York de manos del alcalde saliente Bill de Blasio. Fiel a su estilo cálido y emotivo, Smith agradeció ese homenaje con un discurso en el que le declaró su cariño total a ese lugar y a sus habitantes:
“Ojalá pudiera darle la llave de mí misma a Nueva York, porque así es como me siento acerca de nuestra ciudad. Con todos sus desafíos y dificultades, sigue siendo, y soy una gran viajera de la ciudad más diversa del mundo (…) Recibir esto a los 75 años, me hace mirar aún más adelante a los próximos 25 años”.
Por su parte, de Blasio no se guardó elogios para Patti: “Es un placer y un honor extraordinario para mí, porque para cualquiera de los que llegamos a la mayoría de edad en los años setenta y ochenta, había muchas, muchas voces, muchos artistas, muchos músicos, pero solo una Patti Smith“.
Y agregó: “Para mí, ella tenía una autenticidad y tiene una autenticidad que simplemente no encuentras, en mi opinión, en muchos otros lugares; una capacidad para atravesar todo el remolino que nos rodea y decir algunas de las verdades más profundas”.
Durante esa ceremonia Smith y Lenny Kaye interpretaron “Ghost Dance” frente a los presentes. A continuación, podés mirar algunos videos que registran esa jornada.