El mes de diciembre del año pasado comenzó con una noticia de gran repercusión en la industria discográfica: Universal Music Publishing Group (UMPG) anunció la adquisición del entero catálogo de canciones de Bob Dylan. “El [contrato] más significativo del siglo y uno de los más importantes de siempre,” como lo definió la firma, abarca más de 60 años de carrera, y se compone de 600 canciones, entre las que se encuentran icónicas piezas como “Like A Rolling Stone”, “Blowin’ In The Wind” y “All Along The Watchover”.
El acuerdo del cantautor norteamericano ha sido una victoria de UMPG dentro del mercado de adquisiciones de regalías, frente a competidores más recientes que han cobrado notoriedad como Hipgnosis y Primary Wave Music (PWM). Se estima que Hipgnosis ha ofertado unos 400 millones de dólares por el catálogo del cantautor.
Días previos, trascendió un acuerdo entre Stevie Nicks y PWM, valuado en cien millones de dólares. En el mismo, la compañía adquirió los derechos de autor de publicación de gran cantidad del catálogo de la artista, entre los que se encuentran hits como “Dreams” de Fleetwood Mac y “Edge of Seventeen”, de su carrera solista.
Luego de estos dos anuncios, Dolly Parton declaró estar contemplando vender las licencias de sus composiciones. La legendaria artista siempre fue una férrea protectora de su trabajo, siendo propietaria de su propio catálogo—bajo licencia de Sony/ATV. Pero la estadounidense estaría en busca de un hogar particular para su vasta obra. “Soy propietaria de mi propia compañía de edición, y como una activa compositora, todavía escribo todo el tiempo”, comentó a Music Week. “Es muy posible que, por razones de negocios, planeamiento de la herencia, y otras cuestiones familiares, podría vender el catálogo que tengo ahora. He pensado bastante en ello y estoy segura que podría obtener mucho dinero”, aseveró.
Parton declaró que, una vez vendido su catálogo actual, también consideraría vender el derecho de sus composiciones futuras. “De todas formas seguiría teniendo algo de control, no importa a quien se lo venda, y el respectivo crédito en mis canciones. Hay mucho por decir al respecto”, dijo. La máxima figura del country afirmó que su principal e innegociable objetivo es el crédito de sus canciones: “Como compositora nunca me importó el dinero. Hice dinero, pero siempre quise mi nombre en mis canciones”.
Al día siguiente del millonario acuerdo comercial de Dylan, David Crosby disparó directamente contra los servicios de streaming. En una serie de tweets, el ex Byrds describió su situación, frente a una duda de un seguidor en Twitter: “Yo también estoy vendiendo el mío [su catálogo]… No puedo trabajar… Y el streaming robó el dinero de mis grabaciones. Tengo una familia y una hipoteca, y tengo que cuidarlos, así que es la única opción. Asumo que a los demás les debe pasar lo mismo”. Consultado por si su venta estaba valuada en cifras similares a las de Dylan, aclaró que no hay “ni una chance de que sea así” y continuó: “Los servicios de streaming no nos pagan por nuestros discos, y el COVID ha cortado todo trabajo en vivo”, dichos que se encuentran en sintonía con lo recientemente declarado por Gary Numan. Otro seguidor hizo alusión a que Dylan estaba “protegiendo su legado” con dicha acción, a lo que Crosby respondió: “No. Él está obteniendo su dinero para retirarse”.
A comienzos de este año, dos miembros más de Fleetwood Mac continuaron la iniciativa de su compañera de banda. Lindsay Buckingham, guitarrista y vocalista de la legendaria agrupación, acordó con Hipgnosis la adquisición entera del catálogo del músico por parte de la compañía. Sobre dicho acuerdo, Buckingham ha dicho: “Previo a arribar a un acuerdo con Hipgnosis, tuve una larga y maravillosa conversación con Mercuriadis [propietario de la Hipgnosis]. Tuve el placer de encontrar a una persona como de familia, alguien que es un gran fan de mi trabajo en Fleetwood Mac y aún más de mis trabajos solistas. Espero trabajar con Merck y todo el equipo de Hipgnosis en el futuro, y confío que mi trabajo será curado con el corazón y perspicacia”. El catálogo del músico se compone de 161 canciones.
Por otro lado, Mick Fleetwood llegó a un acuerdo junto a BMG. En el mismo le otorga participación de regalías de más de 300 grabaciones, pero no así de las composiciones. Entre ellos se encuentran los éxitos “Dreams” y “The Chain”, entre otros, mientras que excluye los dos primeros álbumes de la banda.
Justus Haerder, vicepresidente ejecutivo de estrategia de grupo de BMG, ha comentado sobre dicho acuerdo: “Esta adquisición destaca el valor de las grabaciones atemporales en un mercado de streaming que beneficia cada vez más a los artistas establecidos que a los más nuevos. Si bien la actividad de adquisiciones recientes en el mercado de la música se ha centrado en las composiciones, esta es una inversión puramente en música grabada que obtendrá todos los beneficios del crecimiento del streaming. Catálogos como el de Fleetwood Mac, que se conectan con todas las generaciones, se están beneficiando de manera desproporcionada de ese crecimiento”.
En una reciente charla con la BBC, el último sobreviviente de los Bee Gees, Barry Gibb, fue consultado por el acuerdo concerniente a Dylan, a lo que expresó: “Hay mucha filosofía alrededor de eso. Quiero decir, quizá se acerque un momento en tu vida en el que verdaderamente no escuchás mucho tu propia música. Querés sobrevivir en tu vejez, querés estar cómodo, querés a tu familia cómoda, no querés estar corto de dinero. Y estoy seguro que el Sr. Dylan ha llegado a esa conclusión a lo largo de los años. Él es unos años más grande que yo”. Y consultado por si estaría interesado en realizar algún tipo de acción similar, respondió: “Quizá en un par de años. Pero no estoy listo todavía para resignarme en hacer discos, hacer canciones. En unos años, puede ser. Cuando esté más cerca de los 80”, ironizó.
Shakira fue otro de los grandes nombres que sorprendió en estos días, gracias a un acuerdo llevado a cabo junto a Hipgnosis. Si bien la cifra no ha sido publicada, ni sus detalles pormenores, su catálogo se compone de 145 canciones de las cuales vendió la totalidad de sus derechos de edición, sin contemplar canciones futuras. La colombiana es la artista discográfica más exitosa de la historia proveniente de Latinoamérica, vendiendo en 25 años de trayectoria alrededor de 90 millones de discos. “Ser compositora es un logro que considero igual y quizás incluso mayor que ser cantante y artista”, dijo Shakira en un comunicado. “A los 8 años, mucho antes de cantar, escribía para darle sentido al mundo. Cada canción es un reflejo de la persona que era en el momento en que la escribí, pero una vez que una canción sale al mundo, no solo me pertenece a mí, sino también a quienes la aprecian”.
En este recién iniciado 2021, se confirmó la adquisición de derechos de autor por parte de Hipgnosis sobre el catálogo de Neil Young. Esta constituye un 50% de los derechos globales de autor e ingresos de intereses de su entero catálogo, compuesto por 1.180 canciones. El fundador y propietario de Hipgnosis declaró que el acuerdo “cambia la historia de Hipgnosis para siempre”. Se estima que su valuación fue de alrededor de 150 millones de dólares. La misma empresa también anunció en septiembre pasado el acuerdo por el catálogo entero de la frontwoman de The Pretenders. En él obtiene parte de las regalías y derechos de edición de Chrissie Hynde, tanto de su banda como de otros proyectos. En total hacen a un cuerpo de 164 canciones. Esto indica que Mercuriadis estaría haciéndose de un gran imperio de edición, en aras de convertirse en un gran monopolio del rubro.
Una situación muy distinta es la que vive, respecto a su obra, Jon Bon Jovi. El cantante y líder de Bon Jovi, surgido tardíamente en la era de oro de la industria discográfica, afirmó que su catálogo actualmente vale más del doble gracias al streaming. “Yo estaba aquí desde los 80, cuando podías vender 20 millones de copias de un solo álbum. Era fascinante. Me hizo muy exitoso, luego recuerdo la caída de todo esto con la llegada de Napster y la creación del iPod. Critiqué a Steve Jobs por entorpecer la venta de mi álbum. El valor de los catálogos estaba cayendo, pero de pronto el mío repuntó”, expresó en un medio británico. Hablando sobre músicos de su generación, continuó: “De donde nosotros venimos un álbum tiene un principio, un nudo y un desenlace, y vos lo presentás como tal. No el nuevo orden mundial donde es a base del streaming y vos tenés un track por vez. Me tienen sin cuidado los singles de dos minutos y medio”, sentenció.